Las obras más valiosas devueltas por Lérida ven por fin la luz

El Obispado de Barbastro-Monzón completa el desembalaje de las 111 piezas entregadas. Entre las últimas que se han revisado están el frontal de Buira o la tabla del Calvario de Tamarite de Litera.  

Una imagen del frontal de la iglesia Buira, considerado uno de los dos bienes más valiosos de la colección.
Una imagen del frontal de la iglesia Buira, considerado uno de los dos bienes más valiosos de la colección.
Obispado de Barbastro-Monzón

Dos semanas después de completarse la entrega de los 111 bienes de las parroquias aragonesas por parte del Museo de Lérida, el Obispado de Barbastro-Monzón ha mostrado las últimas obras de arte que ha sacado de las cajas. De esta forma, el personal del Museo Diocesano ha completado el desembalaje. En la última sesión de las siete dedicadas a esta tarea, además del equipo técnico, participó la archivera del Obispado, Margarita Rodríguez de Alisal, dado que se han recibido dos libros, un breviario y cuatro sellos. 

Asimismo, el obispo, Ángel Pérez, acudió a las instalaciones para agradecer la labor del equipo que, coordinado por el director del Museo, Ángel Noguero, se ha centrado durante un mes en la tarea de recibir estas obras de arte.

El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón ha completado el desembalaje de las 111 obras

Entre las obras desembaladas en la última intervención figuran las de mayor valor, que estaban expuestas en el Museo Diocesano de Lérida y que llegaron en el último y cuarto envío el 10 de marzo, como los frontales de Treserras y Buira o la arqueta de Buira. Otras dos, como la virgen de Zaidín, se mostraban en la iglesia de San Lorenzo de la ciudad catalana.

En el proceso, que se inició el pasado 15 de febrero con la devolución de las primeras 23 piezas, se ha seguido el mismo protocolo: comprobación de que el contenido de cada paquete coincidía con el señalado en la relación facilitada por el museo de procedencia a través de la empresa de transporte, así como el examen del embalaje y estado del bien. Cada paso, supervisado por un notario, se ha acreditado fotográficamente. 

A partir de este momento, y en un plazo de tiempo sin determinar, el personal del Museo acometerá el estudio de cada una de las obras de arte, en un análisis pormenorizado que oriente las medidas necesarias para cada pieza y determine qué bienes están en condiciones de ser expuestos.

De momento, los bienes deben permanecer en el Museo de Barbastro, en cumplimiento de la orden judicial de ejecución provisional de la sentencia de devolución, que fijó este destino. El fallo no es firme, está recurrido a la Audiencia de Huesca y con toda seguridad acabará en el Supremo. Así lo señalan los abogados, en respuesta a algunas peticiones de que las obras puedan volver a las parroquias de donde salieron. 

Sobre el estado de conservación de los bienes devueltos, la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, señaló el martes en Huesca que las que están más estropeadas son las que guardaban en los almacenes "y no se habían restaurado porque no se iban a exponer". También recalcó que aquellas que el museo barbastrense considere que es necesario restaurar, se hará. 

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