Rescatan a un perro de caza que se quedó enriscado en Nueno

El equipo de la Guardia Civil de Montaña de Huesca aprovechó unas prácticas de formación para acceder hasta el lugar donde se quedó atrapado el animal.

Los rescatadores tuvieron que escalar para llegar hasta el animal, al que colocaron un arnés para descender.

La Guardia Civil de Montaña ha rescatado a un perro de caza que se había quedado enriscado en la zona de Nueno durante una jornada cinegética. Los especialistas tuvieron que acceder escalando hasta el lugar donde se encontraba el animal y tras colocarle un arnés pudieron dejarlo en una zona segura.

El auxilio se realizó el pasado lunes, después de que el dueño del animal hubiera informado a la central del 062 de la Comandancia de Huesca que uno de sus perros se había quedado enriscado en una zona de difícil acceso en las proximidades de la localidad de Belsué, perteneciente al término municipal de Nueno

A pesar de que el cazador había intentado llegar hasta él, desistió porque era un lugar peligroso. Tampoco el animal podía salir por sus propios medios. Ese mismo día 1 de marzo, los componentes del equipo de rescate de Huesca tenían previsto realizar ejercicios de preparación técnica de su especialidad, por lo que decidieron aprovechar la circunstancia para hacer las prácticas por ese lugar y así ayudar a salir al animal. Los agentes se pusieron en contacto previamente con el propietario para que este les indicara cuál era la ubicación aproximada.

Cuando llegaron, observaron que el perro se encontraba en una ladera muy escarpada. Los especialistas de la Guardia Civil, tras caminar unos 30 minutos por un terreno inestable, monte a través y con una espesa maleza, llegaron a una zona donde tuvieron que ataviarse con cuerdas y asegurarse al terreno para realizar una pequeña escalada hasta llegar al animal.

Una vez que consiguieron que el perro se acercase a ellos, le colocaron un arnés para poder descenderlo con seguridad, utilizando para ello una cuerda de unos 20 metros de longitud, que fueron colocando por los arbustos que encontraban más fuertes, pudiendo trasladar finalmente al animal hasta la senda donde se encontraba su dueño.

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