Góriz, el refugio más visitado del Pirineo, concluye la ampliación iniciada en 2006
La aportación de la Diputación de Huesca, de 350.000 euros, ha permitido aumentar la capacidad a 80 plazas.
El refugio de montaña de Góriz, el más demandado y utilizado del Pirineo (en 2019 se contabilizaron más de 12.000 pernoctaciones y en las redes sociales es el más seguido, con más de 51.000 personas) acaba de concluir su reforma gracias a una subvención de la Diputación Provincial de Huesca. Esta ha aportado 350.000 euros para agilizar los trabajos de remodelación del alojamiento situado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, a 2.200 metros de altitud.
La remodelación arrancó en 2006. Desde entonces, dos de las tres fases en las que se dividió la obra se completaron con la financiación de dos planes de refugios de Aragón (2004-2007 y 2008-2011), suscritos por el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca y la Federación Aragonesa de Montañismo. Permitieron la ampliación del sótano y la instalación del punto limpio. Ahora se ha completado la tercera, de aumento de su capacidad, duplicando así su extensión respecto al edificio de 1963. Dentro de esta última fase se han llevado a cabo también la renovación integral del sistema de depuración y la construcción de aseos y duchas adyacentes de uso para la zona de acampada.
Una vez finalizados todos los trabajos, la capacidad total de Góriz pasa de 72 a 80 plazas. Sin embargo, la ratio por habitación será muy inferior a la actual y contará con la renovación del equipamiento para ofrecer mejores condiciones y servicios de hospedaje, entre los que se prevé incluir cursos de iniciación para niños y jóvenes procedentes de los clubes y de centros escolares. Igualmente se han mejorado de forma notable los espacios de trabajo y vivienda de los guardas del refugio, así como la capacidad de almacenaje del mismo.
A la recepción de las obras, que tuvo lugar el pasado viernes, asistieron el presidente de la Diputación, Miguel Gracia: el alcalde de Fanlo, Horacio Palacio; la directora del Parque Nacional de Ordesa, Elena Villagrasa; el presidente del Patronato de Ordesa, Modesto Pascau; el arquitecto Javier Borobio y técnicos de la empresa Prames, ejecutora de la obra, y de la propia Diputación.
Esta institución afianza así su colaboración con la Federación Aragonesa de Montañismo para hacer de estas infraestructuras de montaña "lugares de acogida sostenibles y modernos", y mantener un servicio que da cobertura tanto a profesionales y aficionados como a los cuerpos encargados de las emergencias, durante todas las épocas del año.
El presidente de la Diputación, Miguel Gracia, ha argumentado que las obras suponen "una mejora cualitativa de la práctica del deporte del montañismo en Aragón y un notable incremento de la seguridad para sus deportistas, al mismo tiempo que un apoyo y fomento de esta modalidad deportiva en un entorno de medio rural, contribuyendo a la generación de actividad económica en la montaña".
Sobre los trabajos realizados, el presidente de la FAM (en funciones al estar inmersa en periodo electoral), Luis Masgrau, ha explicado, “que esta nueva inversión es una importante aportación para seguir adelante con la reforma, ya que marca la finalización del edificio de ampliación que se ha construido anexo al del refugio original”. A lo que ha añadido que “debido a las crisis económicas sobrevenidas se han producido retrasos y parones que han afectado a su finalización a tiempo”.
Desde el punto de vista deportivo, Góriz cuenta con una situación estratégica de primer orden, tanto por ser el único dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, como por estar al pie de Monte Perdido, la tercera cima en altura del Pirineo, y de un amplio conjunto de tres miles, además de ser un punto de pernocta del GR 11 y estar bien conectado con Francia a través del refugio de Sarradets y la Brecha de Roland.
En la actualidad, el Alto Aragón cuenta con 16 refugios de montaña con guardia y otros 3 no guardados, a los que se suma uno de nueva construcción en el término municipal de Montanuy, el refugio de Cap de Llauset, que vio la luz en 2018 gracias a la larga colaboración de la Diputación, el Ayuntamiento de Montanuy y la Federación.
