La Policía espera en la calle a los asistentes a una fiesta con 20 personas en un piso de Huesca

Fueron los vecinos los que avisaron. Los participantes, de unos 30 años de media, se enfrentan a multas de hasta 60.000 euros

Un coche patrulla de la Policía Nacional en Huesca.
Un coche patrulla de la Policía Nacional en Huesca.
Rafael Gobantes

La Policía Nacional ha denunciado a 10 personas que celebraban una fiesta privada en un domicilio de Huesca, aunque por las declaraciones de los testigos se cree que en total había unas 20 en el interior de la casa. Los hechos ocurrieron en la calle Doña Sancha, en torno a las 3.30 de la madrugada el pasado sábado, día 24, cuando ya estaban en vigor las restricciones respecto a las reuniones sociales (hasta 6 personas no convivientes) y con la ciudad confinada. Los infractores se enfrentan a multas que pueden llegar hasta los 60.000 euros.   

Varios vecinos de la zona alertaron a la Policía de la celebración de la fiesta. Según ha informado la comisaría, cuando las dotaciones policiales se personaron en el lugar, pudieron comprobar que incluso desde la misma calle se escuchaba música alta, voces y gritos, por lo que procedieron a llamar a la vivienda afectada. No obtuvieron respuesta e inmediatamente cesaron los ruidos.

Como la Policía no podía entrar a la casa, con el fin de identificar y sancionar a los participantes de la fiesta, los agentes permanecieron en las inmediaciones a la espera de que saliesen a la vía pública, momento en el que fueron identificados y propuestos para una sanción. Había personas de distintas edades, pero la media era de unos 30 años.

La Policía Nacional los ha denunciado ante el Departamento de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Aragón por las infracciones recogidas en la normativa que regula las medidas restrictivas por la epidemia por la organización de fiestas o reuniones de más de 6 personas.

Las declaraciones de los testigos han permitido saber que a la fiesta asistieron unas 20 personas, por lo que continúan las gestiones para identificar al resto para sancionarlas. Entre ellos el organizador, el inquilino del piso, al que no se le pudo identificar en ese momento, ya que algunos participantes permanecieron dentro. En su caso, la sanción se puede ver agravada.

Al tratarse de una infracción administrativa y no de la comisión de un delito, la Policía no tiene potestad para entrar en el domicilio si el dueño no le quiere abrir la puerta, salvo orden judicial, han explicado fuentes de la comisaría, que destacan la colaboración ciudadana. Este es el hecho más grave detectado por las Fuerzas de Seguridad del Estado desde la entrada en vigor del confinamiento perimetral de la capital oscense.   

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