Desbloqueada la gran operación urbanística de las harineras, con 1.300 viviendas en el centro de Huesca
El Ayuntamiento ha dado el visto bueno al plan especial promovido por los 22 propietarios del suelo. La previsión es que en un año se pueda ver máquinas trabajando.
La gran operación urbanística en las antiguas fábricas de harina de Huesca, que supone la transformación de 8,5 hectáreas en el centro de la ciudad, ha dado un paso de gigante después de una década de bloqueo. Este jueves, la comisión municipal de Urbanismo ha aprobado el Plan Especial de Reforma Interior del polígono, promovido por los propietarios, y la modificación del convenio urbanístico, lo que permite seguir adelante con la iniciativa inmobiliaria. La previsión es que en un año se pueda ver máquinas trabajando en la urbanización de los solares.
El plan especial es un documento esencial, ya que define el trazado de las calles y la distribución de volúmenes de construcción en la zona. Tras la exposición pública durante un mes deberá ratificarlo el pleno y luego los promotores podrán tramitar ya los proyectos de reparcelación y urbanización, paso previo a la edificación.
El conjunto albergará, cuando esté completado, cerca de 1.300 viviendas, en edificios de 7 alturas como máximo, salvo en algunos puntos singulares en los que las alturas serán 9 y 11. Las torres de pisos de 17 alturas, planteadas inicialmente, ya se desecharon. Habrá carriles bici y circulación para vehículos limitada al vial central. También se crearán 353 plazas de aparcamiento en superficie, de las que 7 serán para personas con discapacidad.
La Junta de Compensación, que reúne a los 22 titulares del suelo, ha valorado esta decisión como "clave" para avanzar en esta iniciativa "que transformará el centro urbano" y se convertirá en "un importante motor económico", al tiempo que paliará la falta de vivienda nueva que existe actualmente. Por su parte, el Ayuntamiento ha recordado que el proceso comenzó en el año 2008. Uno de los últimos trámites, en febrero pasado, fue la aprobación de la exención total de reserva para vivienda protegida por parte del Gobierno de Aragón.
La aprobación de este jueves es "capital" para avanzar, ha afirmado José Porta, antiguo propietario de Harinas Porta y secretario de la junta de compensación. Justifica la demora por la complejidad de la tramitación urbanística y la irrupción de la crisis inmobiliaria del 2008, pero sin ocultar las disensiones entre los propietarios porque tenían "intereses contrapuestos". Los hechos diferenciales que han permitido desatascar el proyecto hay que buscarlos en la "unanimidad" entre los grupos políticos y en "la negociación y el pacto" en el seno de la junta de compensación.
En su opinión, "es un buen momento" para construir en Huesca "por la gran demanda de vivienda". Según los propietarios, "los polígonos residenciales desarrollados con el anterior PGOU están prácticamente agotados y solo quedan algunas parcelas libres, a las que se unen pequeñas actuaciones aisladas en otros puntos de la ciudad". Frente a esta carencia, existe una fuerte demanda, que se va a ver acrecentada por iniciativas como la reapertura del cuartel Sancho Ramírez o la próxima implantación de un centro de datos de la multinacional Amazon Web Services".
La renta per cápita de Huesca es claramente superior a la media de Aragón, tiene un parque de más de 28.000 viviendas de las que el 38% tiene una antigüedad de entre 40 y 70 años, y un 46% de ellas pagadas en su totalidad.
La operación urbanística avanzará "ya sin pausa", afirma José Porta. Los técnicos tienen muy avanzado el proyecto de urbanización, que define las redes subterráneas de suministro, los viales o las zonas verdes, y lo presentarán "en breve" a la junta. Luego está el proceso de reparcelación de las 8 hectáreas para distribuir cargas y beneficios.
Porta no cree que la crisis sanitaria vaya a frenar la construcción. "El mercado lo dirá, pero en Huesca hay una gran demanda de vivienda que no está satisfecha". La actual pandemia sí ha servido para introducir algunas modificaciones y hacer edificios "más amigables" con un gran protagonismo para las terrazas.
Por su parte, José Buil, presidente de la junta de compensación, constituida en 2009 se ha referido al proyecto como "una iniciativa de gran relevancia no solo para para las personas que quieran adquirir viviendas de calidad, sino para todos los vecinos de Huesca, que van a ver cómo el centro de su ciudad se transforma siguiendo los últimos criterios urbanísticos y de sostenibilidad, así como para los numerosos sectores económicos que se beneficiarán durante muchos años de la actividad que aquí va a generarse”. En la junta, además de los titulares del suelo, hay un representante del Ayuntamiento de Huesca, institución que recibirá sin coste el 10% del suelo urbanizado.
Los propietarios han valorado sobre todo que se "va a ordenar un gran espacio" y a "cerrar una cicatriz que llevaba años abierta", ya que actualmente el corazón de la ciudad ofrece una imagen de solares vacíos. "Es un proyecto sin parangón: ninguna capital española tiene un suelo de casi 8,5 hectáreas en pleno centro por desarrollar. Harineras es mucho más que un conjunto de edificios residenciales", han añadido. Asimismo, el proyecto urbanístico permitirá descongestionar el tráfico rodado en el centro, tanto en la arteria de Martínez de Velasco como en las calles adyacentes, a través de conexiones viarias y peatonales.
Entre las ventajas se cita que será "un motor económico y una oportunidad de empleo", por la actividad que generará la urbanización. Tomando como base los datos de la patronal del sector, según los cuales la construcción de una vivienda genera 2,4 puestos de trabajo, "Harineras puede suponer la creación de más de 3.000 nuevos empleos de muy diversos perfiles y niveles de cualificación". Y más teniendo en cuenta la pérdida de empleo por la crisis actual. También valora el efecto indirecto en otros gremios ligados a la construcción.
