Un verano sin lluvia y con consumos históricos deja casi vacíos algunos embalses del Pirineo  

Los embalses de Yesa, Barasona y Mediano están bajo mínimos. Las campañas de riego se prolongan cada vez más por el calentamiento global.

Embarcadero del embalse de Barasona, que ha acabado el año hidrológico con un 18%.
Embarcadero del embalse de Barasona, que ha acabado el año hidrológico con un 18%.
Rafael Gobantes

El año hidrológico concluye el próximo miércoles con una importante reserva de agua embalsada en la cuenca del Ebro (un 63% de su capacidad), por encima de la media del último lustro (54%). Sin embargo, algunos grandes embalses del Pirineo iniciarán el nuevo periodo, el 1 de octubre, con apenas un 20%. Es el caso de Yesa (22%), Mediano (19%) o Barasona (18%), debido a la sequía de los meses estivales, sin apenas precipitaciones para recargar las presas, y con altas temperaturas que dispararon el consumo de agua para riego a cifras históricas.

Los grandes sistemas de regadío cerrarán sus canales en torno a la festividad del Pilar sin haber tenido que aplicar restricciones. Riegos del Alto Aragón empezará el nuevo año hidrológico con 300 hectómetros cúbicos útiles, gracias a que llegó al verano con los embalses llenos, "algo que no se repite muchas veces", señala su presidente, César Trillo. Eso sí, en julio, agosto e incluso septiembre el gasto de agua se disparó por el intenso calor. "Agosto fue el mes de mayor consumo en la historia de Riegos", afirma, tendencia mantenida hasta las puertas del otoño. Quiere además destacar la excelente gestión realizada por la Confederación Hidrográfica en la explotación de las presas de cara a optimizar los recursos.

El Canal de Aragón y Cataluña tampoco ha tenido problemas en la campaña, aunque al final ha sido necesario recurrir al retrobombeo para elevar agua desde la cuenca del Noguera-Ribagorzana, más regulada, a la del Ésera, deficitaria. Bardenas, por su parte, podría tener que adelantar unos días el cierre del canal por la escasa dotación de Yesa. La decisión se tomará el 1 de octubre.

Mediano se encuentra a una quinta parte de su capacidad.
Mediano se encuentra a una quinta parte de su capacidad.
Rafael Gobantes

Ramón Luque, jefe de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Ebro, responsable de la gestión de los embalses de toda la cuenca, confirma que los grandes sistemas de riegos iniciaron el verano con abundantes reservas pero han afrontado unos meses "muy secos" y con consumos importantes. Mediano pasó de más de 400 hectómetros cúbicos a apenas 90, ya que se optó por gastar más agua del Cinca que del Gállego por una obra en una canal de enlace. En Barasona solo quedan 16 hectómetros de 84 posibles. Pero salvando algunos casos, sobre todo esta presa o la de Yesa, de escasa capacidad de regulación, la reserva en toda la cuenca supera el promedio de los últimos cinco años.

"Empezaremos un año hidrológico con unas reservas que no serán mínimas", señala el responsable de la CHE. "En esta época del año, en la margen izquierda, con el número de hectáreas de regadío que hay, no podemos esperar embalses al 50%". Sí confía en que a partir de ahora se vayan recuperando. El Noguera-Ribagorzana tiene unas dotaciones "excelentes", pero la zona central dependerá de las lluvias de este otoño, de la nieve del próximo invierno y del deshielo primaveral.

Mientras en la margen izquierda la situación se califica de "normalidad tirando a la baja" (solo Yesa está en prealerta), en la margen derecha, los consumos en relación con las aportaciones han sido menores y las presas del Jalón, Aguas Vivas, Huerva e incluso el Guadalope disponen de reservas muy elevadas, hasta el punto de tener que pensar en hacer desembalses en otoño.

El cambio climático prolonga las campañas de riego

La campaña de riego que ahora concluye ha confirmado los cambios de tendencia debido al calentamiento global. "Todos notamos que las temperaturas altas llegan hasta el Pilar, una situación que va más allá de lo subjetivo", explica el jefe de Explotación de la Confederación Hidrográfica, que observa al mismo tiempo una disminución de las aportaciones en la mayor parte de los embalses, aunque también haya años húmedos. 

Por ello, señala Ramón Luque, hay que estar preparados "con las armas que tenemos, la capacidad de regulación y la optimización de la gestión. Además, los agricultores cada vez controlan mas los consumos". A su juicio, más que otros años se ha constatado que las presas "son las que sostienen el regadío, y sin ellas, con este clima, sería imposible satisfacer los consumos".

Entre esas armas está, por ejemplo, el retrobombeo del Canal de Aragón y Cataluña, que ha demostrado ser una buena solución para equilibrar cuencas con gran regulación como la del Noguera-Ribagorzana y otras muy pequeñas, como el Ésera. En el caso de Riegos del Alto Aragón la compensación entre el Gállego y el Cinca se hace a través de los canales de conexión.

El presidente del Canal de Aragón y Cataluña, José Luis Pérez, plantea la necesidad de reflexionar sobre cambios en la planificación para afrontar veranos cada vez más largos, para estirar las campañas "hasta El Pilar e incluso después". Y su colega de Bardenas, José María Vinué, señala que "no sé si es el cambio climático, pero ciertamente los últimos septiembres son más calurosos y necesitamos más agua".

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