Inteligencia artificial y modelos matemáticos para hacer más seguros los barrancos del Pirineo

El Espacio Portalet y la Universidad Politécnica de Madrid colaboran en un proyecto.

Un barranco en la sierra de Guara.
Un barranco en la sierra de Guara.
Eduardo Recio

El Pirineo central es el tercer lugar del mundo de mayor concentración de barrancos, después de la zona sur de los Alpes y de la zona norte de esta misma cordillera. Se calcula que existen unos 350 con un potencial uso turístico. Por eso, mejorar su seguridad es el objetivo que persigue desde hace varios años la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) Espacio Portalet, financiada por el Gobierno de Aragón y el Consejo departamental de Pirineos Atlánticos (Francia).

Hace dos años que tienen instaladas cámaras en 16 barrancos de uno y otro lado para monitorizarlos, lo que permiten trasladar información a una página web para conocer el estado de los caudales. Ahora, a este proyecto innovador se ha unido otro, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, para aplicar un modelo matemático y utilizar la inteligencia artificial de cara a predecir la variación de los caudales, uno de los principales peligros en la práctica del barranquismo, una actividad que cada año atrae a Aragón a miles de turistas.

El proyecto Inturpyr (Innovación turística en el Pirineo) dio cobertura durante varios ejercicios a la creación de una red de barrancos transfronteriza y una web (canyoning.pirineos) que da información directa sobre su situación. Estuvo sostenido con fondos europeos, pero la ayuda finalizó y ahora el Espacio Portalet ha seguido financiándolo con recursos propios para mantener operativas las cámaras web y contratar a los prescriptores, el factor humano de la vigilancia, guías locales encargados de inspeccionar los cauces para alertar de incidencias como anclajes defectuoso, desprendimientos de rocas o la presencia de animales muertos, con el consiguiente riesgo sanitario.

La nueva línea de trabajo emprendida en colaboración con la Universidad Politécnica pasa por aplicar la inteligencia artificial, con la lectura automática de miles de imágenes de las cámaras que alimentan un ordenador para analizar luego cómo varían los caudales en función de las lluvias. "Este es el dato más importante, aunque no el único, en la seguridad de un barranco", comenta Santiago Fábregas, director del Espacio Portalet.

Además hay que estudiar las características morfológicas de cada cauce para crear un modelo matemático predictivo que permita saber, en función de la cantidad de lluvia caída, cuántos centímetros subirá el caudal y enviar unas alertas en función de unos umbrales. "El objetivo es saber que si llueve 30 litros, en las siguientes seis horas la altura del agua puede subir 10 centímetros. Esto nos permite estimar otra de las situaciones de riesgo para la práctica del barranquismo", explica el responsable de Espacio Portalet.

"Limpiamos los barrancos, mejoramos los anclajes defectuosos..., pero luego también queremos establecer la metodología de un sistema que ayude al usuario en la toma de decisiones. Hay muchos factores de peligrosidad en la montaña en general y en los barrancos en particular por la variación de agua", añade Fábregas.

La página web ofrece información para saber si es necesario extremar las precauciones en los barrancos Fago y Aguaré (en la comarca de la Jacetania), Os Lucas y Gorgol (Alto Gállego), Viandico y Mirabal (Sobrarbe) y Aigueta de Barbaruens y Liri (Ribagorza), además del Formiga y el Vero (en la sierra de Guara). El resto se reparten por el Pirineo francés: La Soule y los valles de Aspe y Ossau. El sistema de cámaras se utiliza en los Alpes, pero apenas se había ensayado en España.

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