proyecto inturpyr

Cámaras para vigilar los barrancos y una web que informa a los usuarios

El plan para monitorizar algunos de los cañones más populares del Pirineo y la sierra de Guara ya está en marcha.

Mayencos promueve la práctica respetuosa y responsable del barranquismo.
El barranquismo es un recurso turístico en la provincia.
Fernando Caro

El proyecto para monitorizar algunos barrancos del Pirineo, en Francia y España, a través de una red de cámaras para alertar de las crecidas, se ha puesto en marcha este jueves. El servicio permitirá observar el caudal y estado de los cañones, a través de una página web, a la que proporcionarán información actualizada una serie de guías colaboradores. Al mismo tiempo, se trabaja en un modelo matemático para saber cuántos centímetros aumentaría el nivel con determinado volumen de lluvia.

El proyecto se dará a conocer este viernes en el Espacio Portalet (Sallent de Gállego) durante la jornada ‘Canyoning’, que reúne a 50 expertos y profesionales del barranquismo de ambos lados de los Pirineos, en el marco del plan Inturpyr de innovación turística, financiado con fondos europeos. Se debatirán ponencias sobre el posicionamiento de esta actividad, la evolución del descenso en la Sierra de Guara y en los Pirineos, el impacto en el medio natural, la seguridad o la perspectiva jurídica del barranquismo.

La instalación de cámaras culmina un trabajo iniciado hace dos años, que comenzó con un plan piloto y la colocación de algunos elementos de seguridad y se completa ahora. En la comarca de la Jacetania están los de Fago y Aguaré; en el 

Alto Gállego, Os Lucas y Gorgol; en Sobrarbe, Viandico y Mirabal; y en Ribagorza, Aigueta de Barbaruens y Liri.

Además se extiende a la sierra de Guara, con el Formiga y Vero. En Francia se reparten en La Soule, valle de Aspe y valle de Ossau.

Finalmente se han podido monitorizar 16, en España y Francia, de los 18 previstos. En un caso la estrechez impedía la cobertura por móvil o satélite, y en otro debido a problemas medioambientales. Santiago Fábregas, director del Espacio Portalet, destacó sobre todo la contribución de los prescriptores, guías locales que se convierten en vigilantes de estos barrancos y que aportarán a la página web (http://canyoning.pirineos-pyrenees.eu) información de utilidad para los usuarios, como la presencia de un jabalí muerto, un anclaje roto o badinas con poca agua a la que no se puede saltar, aspectos que escapan al control de las cámaras.

La página en internet advierte de que el descenso de barrancos es una actividad de turismo activo en un espacio natural cambiante que puede suponer riesgos. "Su práctica requiere una formación adecuada y experiencia, y si no es su caso, por su seguridad, vaya acompañado, en el ámbito de sus competencias, de un guía de barrancos, de un monitor de club o de una persona adecuadamente formada y experimentada".

Por ejemplo, se informaba en la web del cierre del barranco y la pista de Bitet. El usuario puede acceder en la página a la lista de cañones monitorizados, algunos tan populares como el Mirabal, el Formiga, el Vero o el Viandico, con una calificación sobre el estado de cada uno que recomienda precaución, precaución extra o directamente si está prohibido.

Las cámaras de fototrampeo están situadas en puntos estratégicos para facilitar el acceso visual al caudal. Al mismo tiempo hay regletas de hasta 2 metros de altura que permiten medir el aumento. El sistema se utiliza en los Alpes, pero apenas se ha ensayado en España, que sí es pionera en cuanto a a la malla de colaboradores para velar no solo por el aumento de nivel sino por otras circunstancias que pueden afectar a la seguridad del usuario. Las pruebas realizadas en el Gorgol en 2017 permitieron registrar crecidas de 1 metro en poco tiempo tras una tormenta.

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