España y Francia han comenzado el equipamiento de 18 cañones turísticos del Pirineo y la sierra de Guara para controlar a través de cámaras de vigilancia las crecidas del caudal, uno de los principales peligros de esta actividad. El proyecto está promovido por la Asociación Europea de Cooperación Territorial Espacio Portalet, formada por el Gobierno de Aragón y el departamento francés de Pirineos Atlánticos, y cuenta con la colaboración de las federaciones de Montaña y Espeleología de las dos vertientes.

La empresa Alternativas Verticales Vía Libre, adjudicataria del proyecto, ha ejecutado ya los trabajos en ocho barrancos del Pirineo Francés: Anitch, Phista/Ardane, Ourdaybi, Brousset, Canceigt, Bious/Gabas, Soussoueou y Bitet. En el lado español empezarán próximamente, una vez se obtengan los permisos del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) y de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

La equipación llegará al Formiga y el Vero, en la sierra de Guara; Fago y Aguaré, en la comarca de la Jacetania; Aigueta de Barbaruens y Liri, en la Ribagorza; Viandico y Mirabal, en Sobrarbe; y Os Lucas y Gorgol, en el Alto Gállego.

La información obtenida se trasladará a una página web, donde se podrán ver las imágenes y donde figurarán unos mensajes (como ‘precaución’, ‘precaución extrema’ o ‘no recomendado’), en función del estado de cada uno.

Los trabajos consisten en la fabricación, suministro y colocación de regletas métricas de control y medición de niveles de agua, así como la instalación, anclaje y puesta en marcha de cámaras de control y seguimiento en la red de barrancos transfronteriza del destino Pirineos-Pyrénées.

Las regletas se han colocado en los lugares más accesibles de cada cañón, tanto a la entrada como a la salida. "La mayor parte son visibles desde los senderos de acceso", explica Fernando Arranz, gerente, quien cree probable que como consecuencia de las crecidas alguna tenga que ser sustituida e incluso reubicada.

Otro problema son las zonas de sombra para dar cobertura de internet a las cámaras. De las cinco instaladas en cañones franceses, en dos no se ha conseguido que envíen imagenes. "Aunque tienen una tarjeta que luego te puedes descargar, la idea es que las imágenes se puedan ver en tiempo real a través de una página web, actualmente en experimentación".

Vía Libre ha pedido colaboración, a través de los foros de barranquistas, "porque no podemos estar en todos los sitios a la vez", para enviar fotos de las regletas y ver si siguen adecuadamente instaladas. La empresa ha trabajado en otros equipamientos de turismo activo en Aragón, como las pasarelas de Montfalcó. "En Aragón se están preocupando mucho por hacer infraestructuras atractivas en la montaña", asegura el gerente.

Novedad

Fernando Arranz destaca la novedad de esta iniciativa. "En España hay alguna regleta colocada en algún barranco, pero nada de forma sistemática, ni se ha hecho un estudio", asegura. Las pruebas realizadas en el barranco Gorgol en el año 2017 permitieron registrar crecidas del caudal de 1 metro en poco tiempo tras una tormenta. Además, el proyecto Inturpyr cuenta con una red de prescriptores, guías colaboradores, encargados del mantenimiento y la seguridad de los equipamientos.

El gerente de Vía Libre valora el hecho de "poder llevar un control real y exhaustivo, con la ayuda de unos prescriptores, que se preocuparán de controlar los caudales y las variaciones para ver cómo se comporta el cañón ante las inclemencias meteorológicas o el deshielo. Si han caído 80 litros, cuánto sube el caudal del cañón, o qué pasa en la época de estiaje. Y las cámaras son un apoyo cuando no te puedes acercar". Por último, opina que las regletas evitarán interpretaciones subjetivas sobre el volumen del caudal.

Inturpyr busca crear un destino turístico en los Pirineos, fomentando la innovación y la investigación. Está cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de un programa Poctefa.