Las empresas de turismo activo piden estar en la primera fase de la desescalada
El sector cree que cuenta con puntos a su favor al combinar actividad física, naturaleza y baja densidad poblacional.
Las empresas de turismo activo han pedido estar "en la primera fase de la desescalada" por las particularidades de actividades como el barranquismo o las aguas bravas, que combinan actividad física, naturaleza y baja densidad poblacional. En un comunicado, la Asociación Aragonesa de Empresas de Turismo Deportivo añade que además se ha demostrado que esta combinación tienen un gran poder de ayuda psicológica para contrarrestar los efectos del confinamiento sufrido y los estados de ansiedad nerviosa provocador por el mismo. "Hay 1.500 puestos de trabajo en juego, la mayoría en zonas del ámbito rural", recuerdan.
Conscientes de que el sector turístico en España va a estar tremendamente castigado por la pandemia, estas empresas piensan que "no todo el turismo tiene que verse afectado de la misma manera", y el turismo activo tiene muchos puntos positivos para estar en la primera fase de la desescalada.
Pero las empresas necesitan adaptarse para poder volver a la “normalidad” cuanto antes, sobre todo en cuanto a la incorporación de unas medidas de seguridad e higiene que ayudarán a empresas, trabajadores y clientes a reducir los riesgos de contagios. Para la elaboración de estas medidas, está colaborando, dentro de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo, en la creación de un protocolo higiénico-sanitario enfocado tanto en el turista como en la empresa. Estas medidas serán consensuadas en una etapa posterior con la autoridad competente de Gobierno de Aragón para poder iniciar la actividad con seguridad lo antes posible.
Empresas como las de aguas bravas o barranquismo, las más numerosas en la provincia, no pudieron iniciar la temporada. Ante los meses de parón empresarial, con las consiguientes dificultades económicas, el sector ha solicitado una serie de medidas al Gobierno de Aragón que beneficiarían además a las localidades donde están implantadas. Entre ellas, la supresión de tasas, la revisión de la incorporación de los empleados afectados por un ERTE y las ayudas a fondo perdido para la implementación de protocolos de seguridad.
