Con 15 votos a favor y nueve en blanco, Miguel Gracia (PSOE), alcalde de Arén, ha sido investido presidente de la Diputación Provincial de Huesca para un segundo mandato. Los socialistas tienen mayoría absoluta (13 de 25), pero se ha roto por la ausencia de una diputada, Esther Saló, alcaldesa de Ballobar, que dio a luz el martes. Esto no ha sido inconveniente ya que han recibido los tres votos del PAR, mientras que PP (8 diputados) y Ciudadanos (1) han metido papeletas en blanco en la urna. La Diputación de Huesca se ha constituido con retraso porque ha tenido que esperar a que estuvieran formados todos los ayuntamientos y un recurso electoral impidió hasta hace unos días elegir al alcalde de Estopiñán del Castillo.

En su discurso de investidura, Gracia ha defendido la necesidad de una legislación específica para los pequeños ayuntamientos y una discriminación administrativa para esas instituciones debilitadas "por unas normas y leyes superiores que incluso llegan al esperpento de limitarnos nuestros propios recursos". 

Para paliar lo que ha calificado como "soledad administrativa" ha esgrimido el papel jugado por la Diputación, que sin duplicar competencias ha salido en apoyo de los municipios más pequeños "cuando otras administraciones no alcanzan sus expectativas. 

También ha pedido la complicidad de las grandes ciudades y de quienes viven allí, "con mejores prestaciones y servicios", con "un medio rural vivo". "Tenemos que conseguir que las ciudades entiendan que necesitan a los pueblos". Asimismo, ha reivindicado el valor de la política como solución de conflictos.

Tras el presidente han intervenido los portavoces. El del PSOE, Antonio Biescas (alcalde de Ayerbe), ha dicho que es "la casa de todos los ayuntamientos, un lugar de encuentro y de acuerdos". 

El del PP, Gerardo Oliván (concejal de Huesca), ha justificado su voto porque su grupo "ejercerá la oposición desde el compromiso con nuestros municipios", aclarando que "el voto en blanco es sinónimo de confianza" y "no de deslealtad" como ocurrió en una institución cercana, en alusión al Ayuntamiento de Huesca, donde una papeleta atribuida a Ciudadanos dio la alcaldía por sorpresa a Luis Felipe y no a la candidata popular, Ana Alós. 

Por su parte, el portavoz del PAR, Joaquín Serrano (concejal de Gurrea de Gállego), ha apostado por trabajar para resolver cuestiones estructurales como la escasa financiación local. El único diputado de Ciudadanos, Cristian Rojo (concejal de Villanueva de Sijena), ha defendido el proyecto "centrista y moderado" de su partido. 

El XI mandato de la etapa democrática de la Diputación ha comenzado con la elección de la mesa de edad, formada por el propio Miguel Gracia, el mayor, y Cristian Royo, diputado de Ciudadanos de 28 años. En la corporación hay una mayoría aplastante de hombres, 18 frente a 7. En el grupo de PAR no hay ninguna y en el del PP, más numeroso, solo una. Además repiten únicamente once miembros. De los nuevos, cabe mencionar a dos de ellos, Juan Ignacio Espot (alcalde de Laspaúles) y Mirian Ponsa (alcadesa de Tardienta), cuyos padres ya fueron diputados. 

A la sesión de investidura han asistido numerosos alcaldes de la provincia. Entre las principales autoridades cabe mencionar a la Delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez; la vicepresidenta primera de las Cortes, María Rodrigo; la consejera de Ciudadanía, Maria Victoria Broto; y el alcalde de Huesca, Luis Felipe. También ha acudido por su buena relación con Gracia, el actual presidente del Consejo General del Valle de Arán, Francés Boya.