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Las piscinas de la Ciudad Deportiva no abrirán hasta el día 12

30 años después de su construcción, el uso y el tiempo han dejado el pavimento en unas condiciones que precisan de actuación inmediata.

El concejal de Deportes, José María Romance, y técnicos del Patronato junto al vaso gran de la piscina de San Jorge
El concejal de Deportes, José María Romance, y técnicos del Patronato junto al vaso gran de la piscina de San Jorge
Heraldo.es

La apertura de las piscinas de la Ciudad Deportiva ‘José María Escriche’ de Huesca se ha demorado hasta el próximo día 12. Ya estaba previsto que la temporada de verano en estas instalaciones se retrasara dos semanas debido a las obras de mejora que se llevan a cabo; iban a abrirse el 1 de julio en lugar de 15 de junio, como cada año.

Retrasos en el ritmo de los trabajos y algunas mejorar añadidas han supuesto que esta apertura se aplace casi dos semanas, según indicó el concejal del Ayuntamiento de Huesca José María Romance.

Los usuarios de las piscinas de la Ciudad Deportiva ya tenían asumido que la temporada aquí iba a empezar más tarde, pero este retraso coincide con unas jornadas de temperaturas extremas. Desde el 1 de junio está abierta la piscina del complejo deportivo de San Jorge y desde el día, 15 la de Ruiseñor. No obstante, estas dos instalaciones se encuentran situadas a bastante distancia de la zona de la cual proceden la mayoría de los bañistas del recinto que permanece en obras.

Además de a las piscinas, la demora afecta a los cursos y actividades deportivas que cada verano se desarrollan en los distintos recintos. Por ejemplo, en la Ciudad Deportiva estaban organizados varios turnos de natación. Los usuarios tampoco pueden disfrutar de otros servicios que el Ayuntamiento ofrece aquí, como el de hemeroteca y la bibliopiscina.

De momento, los responsables municipales no se han pronunciado sobre cómo puede afectar esta demora al precio de los abonos en la Ciudad Deportiva.

Las obras que se han llevado a cabo han supuesto una inversión de 288.000 euros, para la renovación de las playas y del vaso de chapoteo. El recinto tiene más de 30.000 usos cada verano y la situación en la que se encontraba el pavimento era peligrosa.

Según los técnicos, 30 años después de su construcción, a pesar de las constantes intervenciones realizadas, el uso y el tiempo han dejado el pavimento en unas condiciones que precisan de una actuación global, ya que no había una solera de hormigón consistente. El vaso de chapoteo estaba inclinado, lo que hacía inservible el sistema de depuración. Las obras, con un plazo de ejecución de cuatro meses, se adjudicaron a principios de marzo. A finales de mayo se licitaron los tepes para reponer parte del césped.

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