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Sacan del barranco de Fago los restos de una furgoneta despeñada hace 40 años

Un grupo de 35 voluntarios de la Federación Aragonesa de Espeleología colaboró el pasado fin de semana para extraer el vehículo por partes montando una tirolina de 150 metros. Aún queda otro coche pendiente de sacar.

Cuarenta años después de que alguien arrojara al fondo del barranco de la Foz de Fago, un grupo de 35 voluntarios de la Federación Aragonesa de Espeleología han conseguido extraer los restos de esta antigua furgoneta Renault 4L montando una espectacular tirolina de 150 metros. Todo ello para conmemorar el día mundial del Medio Ambiente y restituir el estado natural, tanto en paisaje como en flora y fauna, de este entorno muy frecuentado por los aficionados al barranquismo.

Decidieron presenta la idea Ecoembes, que dentro del proyecto 'Libera 1 metro cuadrado por la naturaleza', ha financiado la compra y el alquiler del material que les hacía falta. Además, el Ayuntamiento de Fago ha proporcionado el alojamiento y parte de la comida para todos los voluntarios, así como un camión pluma para montar la tirolina y transportar los restos del vehículo. Y Kordas también aportó material.

Tras varias visitas previas para diseñar el operativo, el pasado sábado se ejecutó la operación con éxito. En primer lugar, los voluntarios, entre los que había operarios de trabajos verticales, mecánicos, soldadores, fontaneros o bomberos, bajaron hasta el fondo del barranco con herramientas para despedazar el coche, mientras el resto instalaban la tirolina. "Cuando ya estaba todo listo, fuimos subiendo el coche a trozos. La parte de tela y de espuma había desaparecido, pero quedaba toda la estructura metálica, el volante y el motor, que lo sacamos entero", recuerda Ainhoa Ruiz, presidenta de la federación. 

Ahora, los aficionados podrán disfrutar todavía más de este barranco que, según explica, "no es difícil técnicamente, hay rápeles bonitos, saltos divertidos y tampoco es muy largo, aunque se queda sin agua pronto". 

En paralelo, otro grupo de voluntarios buscó otro coche despeñado en ese mismo barranco hace también 20 años que localizaron finalmente. No obstante, la tarea quedó pendiente porque tiene más dificultades técnicas. Y es que a pesar de estar más cerca de la carretera, a unos 60 metros solo, se encuentra apoyado boca arriba sobre una carrasca a pocos metros de la caída vertical. "Primero habría que asegurar todas las partes del vehículo con cuerdas y a las personas que estuvieran trabajando para que no se fueran al fondo, aunque nos molan los retos", resalta.  

Estos no son los únicos coches que han ido a parar al barranco de la Foz de Fago, porque hace unos pocos años también tiraron otro en la cabecera "aunque entonces sabían quiénes habían sido y les obligaron a sacarlo". En los casos anteriores, no obstante, Ainhoa Ruiz opina que "quizá no se tenía la misma conciencia ambiental que hay ahora porque muchas veces los barrancos o los ríos se utilizaban como desagües o vertederos".  

De esta forma, han completado el trabajo que se inició en 2004, cuando el Centro de Espeleología de Aragón, uno de los clubes de la federación, ya sacó basura del barranco, aunque quedó pendiente la extracción de los restos del coche. Además, el año pasado, dentro del encuentro de barrancos que organizan conjuntamente con la Federación Aragonesa de Montañismo, también extrajeron 1.300 kilos de residuos en una mañana del barranco Costechal.