La primavera parece empeñada en cumplir a rajatabla el rico refranero español. Después de confirmar que 'cuando marzo mayea, mayo marcea', en alusión a las máximas de récord que se llegaron a registrar en los últimos compases del invierno, ahora se ha vuelto a demostrar el dicho de que 'hasta el 40 de mayo no te quites el sayo'. Y es que este martes, 42 de mayo, ha vuelto a nevar en el Pirineo dejando hasta 10 centímetros en cotas altas y tiñendo de blanco las estaciones de esquí, como Astún y Cerler.

La semana pasada ya se registraron precipitaciones en forma de nieve, pero no llegaron a cuajar. Sin embargo, esta vez sí que han dejado una fina capa por encima de los 1.800 metros. El refugio de Cap de Llauset, a 2.425 metros, ha registrado el espesor máximo con 10 centímetros acumulados desde esta noche. También han recogido otros 5 centímetros en Bachimaña y en el Ángel Orús. 

Aun con todo, las reservas de nieve en el Pirineo se encuentran bajo mínimos a estas alturas. Según el parte emitido este martes por la Confederación Hidrográfica del Ebro, se estima que solo perduran 61 hectómetros cúbicos de agua equivalente, lo que supone tres veces menos que hace un año.  

Las estaciones de esquí, como Aramón Cerler y Astún, han difundido también imágenes de los "contrates" que deja la primavera, con sus pistas teñidas de blanco en pleno mes de junio y cuando están pensando más en la próxima apertura de sus instalaciones para el verano.

Junto a la nieve también se ha producido un notable descenso de las temperaturas. La mínima de Aragón la ha dado Canfranc con 4,3 grados. Mientras, en Benasque y en Jaca también se han registrado poco más de 5 grados de mínima. 

Zaragoza tampoco se libra del frío y este martes aún eran muchos los vecinos de la ciudad que salían con abrigos a la calle: