Los fragatinos han madrugado este martes para salir a la calle y lucir sus mejores galas con motivo del Día de la Faldeta.

A pesar de la amenaza de lluvia, cientos de adultos y niños han participado en el desfile, con el ánimo de rendir homenaje a los usos, costumbres y formas de vestir de sus antepasados.

Han podido verse distintos tipos de vestimenta, como trajes de faena, vestidos de gala o ropas de diario. También los tradicionales moños de rosca o picaporte.

Algunas de las piezas han sido recatadas de antiguos roperos, tras pasar de generación en generación. Otras son fieles reproducciones.

La celebración, que está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, sigue la estructura de una boda. Al frente del desfile, han estado los figurados novios, junto a un nutrido cortejo, en el que han destacado las yayas o dones de faldetas, que han vestido de riguroso luto, "recordando la indumentaria de nuestras abuelas", tal y como ha señalado una de ellas, Inma Tiell.

En total, este grupo ha estado formado por unas 30 mujeres, con faldetas y mantones negros. También llevaban rosarios de azabache, todos originales.

El desfile desemboca en la iglesia de San Pedro, donde se celebra una misa baturra. A la salida, los novios serán recibidos con peladillas y confetis.

En el casco antiguo, han sido instaladas además todo tipo de estampas costumbristas, que recuerdan formas de vida y antiguos oficios.

Las celebraciones, que coinciden además con el Día de San Jorge, se alargarán durante toda la jornada.