La Diputación de Huesca hace un censo de viviendas vacías para destinarlas a nuevos pobladores 

Primero había que resolver el problema de la conectividad con la extensión de la banda ancha y ahora lo más urgente es arreglar las casas vacías y ponerlas a disposición de los nuevos pobladores. Lo ha dicho este lunes el presidente de la Diputacion de Huesca, Miguel Gracia, quien cree que la lucha contra la despoblación pasa por resolver el déficit de vivienda de las zonas rurales. "Hemos hecho un esfuerzo para llevar la banda ancha a los pueblos de más de 20 habitantes, y en la siguiente legislatura nos planteamos llegar a sitios más pequeños aún, pero el siguiente problema a resolver es el de la vivienda", ha declarado en un encuentro con los periodistas. 

En algunos pueblos, y ha citado el caso de su municipio, Arén, el porcentaje de casas vacías puede llegar al 80%. Mientras, hay gente interesada en trasladarse desde la ciudad a localidades pequeñas que no encuentra un piso disponible para alquilar. Por ello, la Diputación está realizando una encuesta entre los 202 ayuntamientos (ya han contestado 140) con objeto de disponer de una estimación de la bolsa de viviendas existentes (tanto municipales como particulares) para su ocupación en régimen de alquiler a nuevos pobladores. Se quiere saber cuántas de las 160.000 registradas en la provincia están vacías. 

En 2001 ya se inició una línea de ayudas encaminadas a favorecer el asentamiento de nuevos vecinos en localidades de menos de 500 habitantes. El llamado Plan de Impulso Demográfico, consistente en la concesión de subvenciones a los ayuntamientos para rehabilitar viviendas destinadas a nuevos residentes, con una inversión de 5 millones de euros, ha tenido muy buena respuesta. Según Gracia, siempre hay demanda para ocuparlas.

Ahora se quiere ser más ambicioso. Gracia ha propuesto utilizar parte de los remantes de los ayuntamientos y la Diputación Provincial. Estas instituciones tienen ahorrados 106 millones de euros (dato de 2017) que la ley de techo de gasto les impide invertir. Por eso, Miguel Gracia ha reclamado a las administraciones que legislan que sean más flexibles, en esta cuestión y en otras, como la tramitación de los planes urbanísticos y de rehabilitación. 

La Diputación estaría dispuesta a disponer un fondo para dar créditos a interés cero a los ayuntamientos. "No hay mercado de vivienda en muchos pueblos. Los ayuntamientos necesitamos recursos y normativa, porque con la actual es complicado que puedan hacerse con inmuebles que están en ruinas o tienen problemas de herencias", ha declarado el presidente.

"Somos pocos y se nos paga la  mitad"

Miguel Gracia ha denunciado que las administraciones locales están "muy solas" en la lucha contra la despoblación, y que el Estado no reparte los recursos por igual entre los habitantes de las ciudades y los de los pueblos. Según los datos de la liquidación de 2018 del Ministerio de Hacienda, mientras un residente en Zaragoza recibe 340 euros del Estado, a uno de Barbastro le llegan 200 y a uno de Olvena, 160. "Somos pocos y se nos paga la mitad, porque el transporte público tiene ayudas del Estado. En las zonas rurales también deberíamos tenerlas para mejorar la movilidad", ha dicho.

Respecto a esto último, ha destacado la necesidad de facilitar la comunicación entre los pequeños pueblos y las cabeceras comarcales, porque ha llegado un momento en que estas también pierden población. "Ya no hay gente alrededor que se traslade, de forma que el efecto en los pueblos pequeños se ha trasladado a los más grandes. En un radio de 20 minutos, la movilidad será un factor fundamental para permitir a la gente elegir dónde vivir". En las cabeceras comarcales se puede plantear, ha añadido, atraer a pequeñas empresas, y en los pueblos más pequeños, gracias a la conectividad, el empleo está relacionado con la agroindustria, la ganadería, el turismo...