El recuerdo de Rokhaya Diop, la senegalesa muerta a manos de su compañero sentimental el pasado 25 de noviembre en Monzón, va a estar muy presente entre los montisonenses. Desde este jueves, la ciudad reconoce y homenajea a esta madre de tres hijos que echó raíces en Monzón con un pequeño jardín con prímulas blancas.

La creación de este espacio ajardinado es un compromiso adquirido por el Ayuntamiento de Monzón y que han convertido en realidad el alcalde Álvaro Burrell y la concejala de la Mujer y Políticas de Igualdad, Milva Bueno, buena conocedora de la víctima de violencia de género.

Precisamente su muerte se produjo el día en el que se conmemoraba la erradicación de esta lacra social.

El alcalde y la concejala han plantado las flores y han colocado una placa en memoria de Rokhaya que recuerda el compromiso de la sociedad para erradicar la violencia machista. Se ha elegido este jardín por su simbolismo, ya que es el lugar en el que cada 125 de noviembre se leen los manifiestos del Día Internacional para la Eliminación del Violencia contra la Mujer.

Burrell ha hecho hincapié en la necesidad de terminar con esta lacra social, “un trabajo y una responsabilidad de todos”.

La muerte de Rokhaya conmocionó a la capital del Cinca Medio y desató una ola de rechazo colectiva hacia los crímenes machistas pero también la solidaridad con la víctima y su familia ya que se pudo recaudar unos 6.000 euros a través de una colecta popular destinados al cuidado de sus dos hijos menores, que han quedado a cargo del hermano de la senegalesa.