Sariñena brinda el último adiós a Antonio Torres

La iglesia de San Salvador de ha quedado pequeña para despedir al exalcalde, fallecido de forma repentina a los 54 años por un infarto

El féretro de Antonio Torres, entrando a la iglesia de San Salvador de Sariñena
El féretro de Antonio Torres, entrando a la iglesia de San Salvador de Sariñena
Patricia Puértolas

Sariñena ha despedido este lunes a uno de sus hijos más queridos y conocidos, Antonio Torres, fallecido de forma repentina el pasado sábado a los 54 años de edad tras sufrir un infarto. La iglesia de San Salvador se ha quedado pequeña para dar cobijo a aquellos que amaban y respetaban al político aragonés, exalcalde de Sariñena y durante las tres últimas legislaturas, diputado por Huesca en las Cortes de Aragón.

No ha faltado nadie. Han acudido representantes de todos los grupos políticos, sin excepción así como responsables del ámbito empresarial, económico o cultural de todo Aragón. Ninguno ha querido realizar declaraciones. Y es que hoy era el turno de los más cercanos, de familiares y amigos, de aquellos que lo llamaban 'Toñín', de aquellos con los que compartía reuniones, fiestas y actuaciones.

El funeral ha sido oficiado por el obispo de Huesca, Julián Ruiz, y ha contado con la interpretación de varias piezas instrumentales a cargo de aquellos que fueron sus compañeros en la rondalla Aires Monegrinos y el grupo A Capricho. «Antonio era un gran amante de la música, además de un estupendo compañero y una excelente persona», ha explicado el actual presidente de la formación folclórica, Javier Badules. «Se nos va un gran profesor, un mentor y un pilar fundamental de nuestra asociación, donde seguía muy activo. Hoy despedimos a ese gran hombre que había detrás del político», ha lamentado. El propio Badules le ha dedicado una jota que ha estremecido a todos los presentes antes de que el féretro saliera entre aplausos hacia el cementerio de Sariñena.

Sus múltiples facetas y en especial, su apego a sus raíces han quedado demostradas al observar la diversidad de perfiles de aquellos que han abarrotado el templo y la zona exterior. De hecho, como recordaban sus más allegados, Antonio Torres era un hombre «vital, afable, cercano, que siempre mantenía la puerta abierta, dispuesto a colaborar y ayudar, tal y como hizo con nosotros o cualquier otro colectivo, asociación o amigo», ha señalado el gaitero y danzante de Sariñena, Martín Blecua.

Nunca se perdió unas fiestas de Sariñena, con su camisa blanca y su pañoleta azul, disfrutando con sus quintos, los integrantes de su peña, que también han acudido hoy con gran pesar a su funeral. Para San Isidro, bandurria en mano, participaba en la celebración de la misa, y durante muchos años, fue una de las caras más reconocibles de la rondalla de Aires Monegrinos.

Su larga trayectoria política y en especial, su gran talante ha provocado que hayan acudido representantes de todos los grupos, como el presidente de Aragón, Javier Lambán, la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, y la gran mayoría de los actuales consejeros del Gobierno de Aragón. También una amplia representación de su partido, el PP, con su presidente a la cabeza, Luis María Beamonte. De igual modo, ha habido representantes de la Diputación Provincial de Huesca, de Riegos del Alto Aragón, de sindicatos agrarios y empresariales.

Antonio Torres nació en 1964, estudió Derecho y cursos de Administración local e instituciones públicas y fue secretario de administración local, titular de asesoría municipal y del Gabinete de Presidencia de la Diputación Provincial de Huesca. Fue presidente de Nuevas Generaciones de Huesca y presidente provincial del PP. Concejal de Sariñena desde 1991, llegó a ser alcalde de la localidad de 1999 a 2007, consejero de la Comarca de Monegros, en 2002 y 2003, y diputado provincial de 1999 a 2003. Además, fue diputado de las Cortes de Aragón en varias legislaturas y en la actual también vicepresidente segundo.

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