Manuel Briones, el padre biológico de Naiara, la niña de 8 años de Sabiñánigo asesinada por su tío, intenta agotar todas las posibilidades que le da la ley para intentar la imputación de la madre de la menor, Mariela Benítez. Su abogado, el mediático letrado Marcos García Montes, que ejerce la acusación particular, ha presentado un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca, pese a que esta instancia ya lo desestimó y a que el juzgado de instrucción de Jaca lo ha denegado en tres ocasiones.

El recurso va dirigido contra el último auto de la magistrada, según el cual, de las diligencias practicadas hasta el momento no se desprenden indicios suficientes de criminalidad respecto a Mariela Benítez, en el sentido de que esta pudiera “conocer, asentir y propiciar la realización por parte de terceras personas de actos de violencia física o psíquica habitual hacia su hija Naiara”. La magistrada precisa que, a pesar de que la madre delegó el cuidado de la menor en la familia de su marido en determinados momentos y que pudo incluso conocer que en una ocasión recibió un bofeón por parte de Iván Pardo”, asesino confeso, “no se desprende que consintiera ni conociera que la menor pudiera estar sometida a vejaciones o actos de maltrato”, en particular durante los días anteriores a su fallecimiento, cuando pasó a residir en casa de su abuelastra, Nieves Pardo, porque la madre estaba trabajando en un hostal en Bielsa.

Sin embargo, Marcos García Montes cree que la madre es responsable porque delegó sus funciones y sabía que la niña “había sido maltratada anteriormente por el supuesto autor de los hechos”. En su opinión, su “inacción” fue decisiva. “Nos encontramos ante la figura de comisión por omisión”, señala en el recurso.

Para este letrado, resulta “cuanto menos sorprendente” que la madre solo haya declarado en sede policial y nunca, pese a sus reiteradas peticiones, ante el juzgado en calidad de investigada. “La madre de la menor sabía o tenía pleno conocimiento de que el investigado le pegó un cachete”. Si se ha imputado al padrastro y la abuelastra por posible delito de violencia psíquica y física habitual, no entiende que no se haga con la madre.

El recurso ante la Audiencia también va dirigido a conseguir la declaración de dos menores, primas de la víctima, y que también pudieron ser víctimas de malos tratos por parte de Iván Pardo y la abuela (el juzgado acordó incoar diligencias previas por estos hechos). Solo hablaron ante la Guardia Civil cuando todavía no había acusación particular. Según Marcos García Montes, “ambas menores reconocieron ser testigos directos y presenciales de los malos tratos y del asesinato”.

La Audiencia de Huesca deberá pronunciarse igualmente sobre la denegación por parte de la jueaz de la declaración de la alcaldesa y tenientes de alcalde, el director del colegio o los trabajadores sociales, ya que el letrado intenta acreditar la responsabilidad subsidiaria del Ayuntamiento, el departamento de Educación y la Comarca por la situación de la menor. El último informe del colegio descarta signos de malos tratos.

Mariela Benítez ha asegurado que su expareja no se ocupó de la hija en ocho años y actúa ahora por venganza y para conseguir dinero. Fuentes cercanas a ella han insistido este sábado que "el padre las abandonó y solo busca dinero". La insistencia de García Montes en imputar a la madre ha llevado incluso al abogado de Mariela a solicitar la venia de la jueza para actuar penalmente por presuntas falsedades y calumnias contra su cliente, y responsabiliza al padre biológico de "usar" la muerte de su hija en "beneficio". Está dispuesto incluso a pedir la mediación del Colegio de Abogados. “No hace más que recurrir para alargar el tema, con los mismos argumentos cuando la Audiencia ya se ha pronunciado”, ha afirmado.