Las estaciones alertan del riesgo del esquí de montaña con máquinas trabajando en las pistas

Cientos de esquiadores utilizan estos días los centros invernales cerrados ante la escasez de nieve en el Pirineo

Astún, que estaba este fin de semana cerrada, recibió a cientos de esquiadores de montaña
Astún, que estaba este fin de semana cerrada, recibió a cientos de esquiadores de montaña
Astún

El esquí de montaña o de travesía está en auge y su convivencia con el esquí alpino no siempre es fácil. Este fin de semana, cientos de aficionados han aprovechado que las estaciones del Pirineo siguen cerradas, a excepción de Cerler, para practicar en las pistas, ya que fuera de ellas la nieve escasea. Solo por Astún han pasado unos 300 esquiadores, lo que llevó al centro invernal a lanzar una advertencia sobre los problemas de seguridad de esta práctica mientras las máquinas acondicionan las pistas.

El comentario de Astún en sus redes sociales diciendo que "así es francamente difícil trabajar las pistas" ha desatado la polémica y ha reavivado el debate sobre la convivencia entre las dos modalidades de esquí. Mientras unos defienden que "la montaña es de todos" (las estaciones son concesiones en montes públicos y el forfait se cobra por el arrastre), otros ponen el acento en el riesgo de esquiar con la estación cerrada, por la presencia de máquinas con cables de acero de hasta 1.000 metros, que ya han provocado accidentes mortales. El más conocido es el que le costó la vida a Alfonso de Borbón en 1989 en Colorado (EE. UU.), pero hubo otro en Andorra, en 2014. Un peligro que aumenta en el caso de los deportistas a los que les gusta esquiar de noche, cuando funcionan las pisapistas, al reducirse la visibilidad.

"Son grandes máquinas, con cables tendidos, y tienen gente esquiando alrededor. Prohibimos el acceso a esas horas, pero no toda la gente hace caso a las indicaciones, y no tenemos autoridad para echarla. A nadie se le ocurriría pasar de un cartel y entrar en una obra donde hay excavadoras", señala el director de Astún, Alejandro Madrid.

Las estaciones alertan del riesgo del esquí de montaña con máquinas trabajando en las pistas

Esquiadores en fila india en la pista de Anayet, en Formigal. Foto: Jorge García-Dihinx

Las estaciones advierten con carteles y luminarias y se avisa del cierre por altavoces. Algunas se han propuesto sacar un decálogo para prevenir accidentes. Ya lo ha hecho el experto Jorge García-Dihinx, autor de varios libros de rutas de esquí de montaña, quien aclara que el monte es de uso público, pero "debe haber unas normas de convivencia, no entorpecer el trabajo en las pistas y prevenir accidentes", porque el esquiador de travesía "también se beneficia de que la pista esté pisada". García-Dihinx explica la afluencia de estos días porque hay poca nieve en otros sitios del Pirineo. "Fuera de las pistas puedes encontrar piedras, pero como las estaciones han innivado y pisado, aprovechan que no hay gente esquiando para usarlas como lugar de entrenamiento. Para la primera toma de contacto es una zona segura, sin riesgo de aludes. Pero lo normal es que en cuanto vuelva a nevar la gente se vaya lejos de las estaciones". Él mismo esquió en Formigal este fin de semana ante la escasez de nieve en el Portalet.

En opinión del director del máster en Derecho de los Deportes de Montaña de la Universidad de Zaragoza, José María Nasarre, el problema es el vacío legal. Solo hay un reglamento de funcionamiento de las estaciones españolas elaborado por el propio sector. "Tienen reconocido el transporte por cable, pero en el resto no hay regulación y sería bueno que se hiciera, para contemplar situaciones como estas". Recordó que se formó una comisión en el Senado, "pero ninguna Comunidad Autónoma ha sido capaz de regular el esquí". Al tratarse de concesiones municipales, los ayuntamientos podrían aprobar una ordenanza, como en Francia. Sí existen, precisa, códigos de buenas prácticas acordados entre estaciones y federaciones para el esquí de montaña.

Decálogo de Buenas Prácticas

La campaña Montaña Segura, consciente de que el esquí de montaña cada vez cuenta con más aficionados, publicó un decálogo de buenas prácticas, «en beneficio de la convivencia entre todos», para quienes tuvieran previsto transitar o entrenar en estaciones. Para ello contó con el asesoramiento de Jorge García-Dihinx.

1. Has accedido a un espacio natural acondicionado para el disfrute de todos. Sé respetuoso con las normas y comprensivo con los demás.

2. Sigue las indicaciones del personal de la estación, especialmente en cuestiones de seguridad.

3. Al ascender por las pistas de esquí hazlo siempre por los laterales y, si es posible, fuera de ellas.

4. Sube en fila y siempre atento a los esquiadores que puedan descender. Si hay que esperar o hacer alguna transición, hazlo fuera de las pistas.

5. Evita cruzar las pistas, puesto que puede haber esquiadores que desciendan velozmente y no te hayan visto. Si has de cruzar, hazlo en zonas de máxima visibilidad y poca pendiente, de forma rápida y en bloque. Evita cambios de rasante y pasos estrechos.

6. Evita ascender con poca visibilidad, en especial de noche. Se puede estar trabajando a cualquier hora. Hazte visible con colores vivos o aparatos luminosos.

7. Presta especial atención a las máquinas pisanieves, cuando la estación ya ha cerrado, ya que utilizan cables de anclaje de hasta 1.000 metros. Pueden estar tendidos a cualquier altura.

8. Si la estación cierra, actúa con mucha precaución, ya que las condiciones meteorológicas serán difíciles.

9. En el descenso por pistas evita llamar la atención o molestar a los clientes. Al final de la jornada, las pistas pueden estar en mal estado, con placas de hielo o con irregularidades.

10. Ten en cuenta los horarios de apertura y cierre de la estación para evitar problemas de tráfico y aglomeraciones. Sobre todo, los fines de semana.

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