El chupinazo de Huesca hace estallar la fiesta

Con el presidente de la SD Huesca Agustín Lasaosa a la cabeza, el cohete se ha prendido a las doce en punto

Momento previo al lanzamiento del chupinazo.
Momento previo al lanzamiento del chupinazo.
Rafael Gobantes

Ya es San Lorenzo. La explosión de esos 9 gramos de pólvora en el cielo oscense tras un vuelo de solo 4 segundos ha dado rienda suelta a un torrente de alegría en la plaza de la Catedral, donde un año más miles de oscense y visitantes han dado la bienvenida a las Fiestas de San Lorenzo. Esta vez, el chupinazo ha tenido color azulgrana después de que la SD Huesca, con el presidente Agustín Lasaosa a la cabeza, haya prendido a las doce en punto un cohete con el escudo del club en su carcasa.

Ha sido el momento culmen, el que toda la ciudad de Huesca lleva esperando desde que hace 365 días los peñistas cantaron el ‘Adiós, San Lorenzo, adiós’. Esas lágrimas de tristeza han vuelto a aparecer en los rostros de muchos, pero esta vez han sido de emoción. Porque oír la música del baile de las espadas de los Danzantes pone los pelos de punta a cualquiera con ADN laurentino. El santo, además, parece haber echado una mano diluyendo esas agoreras predicciones que hablaban de lluvias intensas para este inicio de fiestas. Todo lo contrario. Sol y calor.

Más de una hora antes del momento más esperado del año por los oscenses ya se fue llenando la plaza de la Catedral. Al principio predominaban los colores blanco y verde pero poco a poco se fue tiñendo de rojo por los litros y litros de vino que los más jóvenes se desaparramaron por encima. Y es que la aglomeración invitaba a un remojón de lo que fuera para intentar combatir los 24 grados. Las canciones de las charangas rivalizaban con los mismos cánticos futboleros que ya ensordecieron la plaza de Navarra aquel 22 de mayo que quedará para la historia por la celebración del ascenso de la SD Huesca a Primera División.

El chupinazo de Huesca hace estallar la fiesta

Los nervios iban creciendo a medida que las agujas del reloj se acercaban a las doce en punto del mediodía. La hora señalada. Y tres minutos antes, salió al balcón la concejala de Fiestas, María Rodrigo, para pronunciar su pregón. Un discurso reivindicativo de respeto hacia las mujeres y de rechazo a las agresiones sexuales. Y es que hizo un llamamiento a disfrutar de las fiestas con “ilusión, diversión y sobre todo respeto porque #NoesNo”. “Disfrutad, reid, bailad, porque por fin llegan las mejores fiestas del mundo. Viva Huesca y Viva San Lorenzo”, gritó.

Ante la algarabía de la plaza, la edil se felicitó de que “un año más llega la mañana del 9 de agosto, el día que Huesca se transforma para vivir su semana grande, las mejores fiestas, las fiestas de San Lorenzo”. Además, quiso tener un recuerdo muy especial hacia “todas las personas que con vuestro trabajo hacéis posibles estas fiestas, porque vosotros sois también protagonistas y porque sin vosotros todo esto no sería posible. Gracias de parte de todos y todas nosotras por hacer unas fiestas de primera”. Y por supuesto, destacó al protagonista de este año en el chupinazo, la Sociedad Deportiva Huesca. “Gracias a vosotros también por llevarnos a lo más alto”.

Rodrigo cedió entonces el protagonismo al presidente de la SD Huesca, Agustín Lasaosa, que se posicionó junto a la tablilla del cohete flaqueado por Juanjo Camacho, capitán de la primera plantilla, Marcos Rufat, del equipo Genunine, y Belén Cavero, del femenino. Los cuatro jalearon con las bufandas al aire a la muchedumbre que desde abajo coreaba el ‘Vamos Huesca, alé...’ como si estuvieran en El Alcoraz. Gonzalo Hernández, de la Pirotecnia Oscense, les alcanzó una mecha encendida para que entre los cuatro prendieran el cohete, que salió disparado sin ningún incidente esta vez tras el susto del año pasado.

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