La caída de dos grandes rocas sobre el sendero de Montrebei que bordea por la margen izquierda el embalse de Canelles, ha cerrado al público el tramo catalán del Camino Natural de Montfalcó a Montrebei, entre Huesca y Lérida, que se ha hecho tremendamente popular entre los excursionistas y senderistas por las impresionantes pasarelas de Montfacó ancladas sobre la vertical de la ladera aragonesa que se alza a pico sobre el vertiginoso desfiladero contiguo.

Alfredo Pociello, alcalde de Viacamp, municipio ribagorzano en el que se encuentra la parte aragonesa del sendero, ha confirmado la noticia y señala que las rocas «del tamaño de un coche» han provocado este cierre «que afecta solo a la parte catalana del recorrido», ha recalcado. Unos geólogos están revisando el terreno del que se han desprendido las rocas para analizar su estado y prevenir posibles nuevos derrumbamientos sobre el camino y el riesgo que ello conlleva para sus usuarios. Según las informaciones del alcalde ribagorzano, posiblemente en un par de días se proceda a la retirada de las piedras y a la reapertura de la vía.

No obstante, Pociello recuerda que el tramo aragonés se puede realizar sin ningún problema. «Las pasarelas no están afectadas y todo lo que es el Camino Natural aragonés se puede recorrer sin inconveniente alguno en una excursión de ida y vuelta desde Montfalcó», sostiene.

Cabe recordar que este camino, que cada año atrae por su espectacularidad a un mayor número de visitantes y se ha convertido en un motor de promoción turística de primer orden para toda Ribagorza, restablece la conexión entre las vertientes aragonesa y catalana del Noguera Ribagorzana desde el albergue de Casa Batlle en Montfalcó hasta enlazar con la etapa del GR 1 entre las localidades ilerdenses de La Masieta y Corçà.

El camino permite disfrutar de la espectacular orografía caliza de la sierra del Montsec que, horadada por el río Noguera Ribagorzana, divide la sierra en dos –el Montsec de l’Estall y el Montsec d’Ares-, forma el vertiginoso de Mont-rebei. En su pare aragonesa, el trazado supera los farallones de la roca y el embalse de Canelles mediante unas espectaculares pasarelas de madera ancladas en la roca y un puente colgante que se han convertido en una enorme atracción turística.