Las principales calles de Benasque han sido este miércoles escenario del paso de las cabezas de ganado ovino por la que fue ruta cabañera hacia los pastos de verano en la montaña, una escena olvidada desde hace casi medio siglo. Un millar de ovejas, las de los cuatro ganaderos del municipio, recorrían esta mañana la localidad clamando contra la presencia del lobo en los montes cercanos y la inseguridad y pérdidas económicas que ello provoca. Algo más arriba, en Cerler, les esperaban otras tres mil, propiedad de otros ganaderos integrados en la Plataforma en Contra del Lobo, que habían llegado hasta la zona en camiones desde las más variadas procedencias para sumarse a una reivindicación de la ganadería extensiva que se está convirtiendo en un clamor en el sector del ovino.

El acto se montó de una manera casi improvisada pero respondía a la sensación de cansancio, de hartazgo, que existe entre los ganaderos extensivos que ven su oficio gravemente afectado por la crisis y a los que la aparición en las zonas de pasto de especies como el oso o, más recientemente, el lobo están generando unos enormes problemas que, como muchos de ellos denuncian, pueden suponer la puntilla a la profesión.

Algo que subraya el principal promotor de la protesta benasquesa, el ganadero local Javier Sahún, quien señala que "cuando se produce una iniciativa de estas características, siempre suele haber una razón". Él se planteó hace un par de jornadas el paso por las calles benasquesas de una manera testimonial, para dejar constancia personal de la situación de malestar que existe entre los ganaderos. Que en escasas horas su iniciativa haya contado con el apoyo de todo el sector demuestra que existe una profunda insatisfacción con las políticas de reintroducción de especies erradicadas desde hace decenas de años sin haber contado previamente con los afectados.

Sahún entiende que, en concreto, el lobo es "incompatible" con la ganadería extensiva. "Es un depredador especializado, pero el problema ya no son sólo las ovejas que mata en sus ataques sino que éstos ocasionan un estrés brutal al resto del rebaño que provoca incontables abortos en las reses preñadas y del que el resto tarda muchísimo en recuperarse", apunta este ganadero que recuerda que, en ocasiones, el lobo "mata por matar".

La premura con la que se organizó la protesta, que aprovechaba la subida de las ovejas a los pastos veraniegos, ha impedido que otros ganaderos de vacuno que también se oponen a la presencia del lobo pudieran sumarse a la movilización aunque han mostrado su apoyo a esta iniciativa que ha recuperado por un día la Cabañera Real que discurre por plena Calle Mayor benasquesa atravesando el corazón del casco histórico. "Lo que pasa es que al ser un pueblo turístico y para evitar posibles problemas de salubridad y suciedad, había dejado de utilizarse ya en los años setenta del pasado siglo y desde entonces pasamos los ganados por la circunvalación", explica Sahún.

No sólo los ganaderos han mostrado su apoyo a la reivindicación. Los benasqueses han puesto buena cara a los inconvenientes del paso de los rebaños por el pueblo porque, como señala el presidente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque, José María Ciria, "tienen total derecho a mostrar su preocupación, máxime con un sector que se encuentra en la cuerda floja por otros factores". Ciria sostiene que los intereses de los ganaderos son los de todos los habitantes de la zona y pondera la labor ecológica del sector "clave en la limpieza de los montes".