Huesca

El reciclaje comienza en el armario

La marca Moda Re- de Cáritas apuesta por la reutilización de prendas a través de talleres de empleo.

La tienda Trobada Vintage, en Huesca, ofrece todo tipo de prendas.
Javier Navarro

El término reciclaje suele asociarse a contenedores de diferentes colores y bolsas separadas, pero la reutilización puede aplicarse a otros muchos ámbitos de la vida diaria, y contribuir así a una forma de consumo alternativo. Es lo que defienden en Cáritas, a través de su campaña Moda Re-, alegando que el reciclaje puede comenzar también en el armario. Bajo el lema ‘Reciclamos ropa, insertamos personas’, se lanza una iniciativa común a nivel nacional, impulsada especialmente este jueves 17, coincidiendo con la celebración del Día del Reciclaje. Con ese motivo, se llevó a cabo un ‘photocall’ en los Porches de Galicia, con música en directo utilizando las prendas de segunda mano que se recuperan en el taller de empleo que se lleva a cabo en la entidad en en la capital oscense, y con el que buscan “convertirse en una referencia en la gestión ética de proyectos de reutilización y reciclaje textil en España”.

Porque la ropa a la venta en las dos tiendas que Cáritas tiene en la provincia de Huesca, situadas en la capital oscense (Unidad Nacional, 12), y en Sariñena (Ugarte, 7), cuenta con el doble valor añadido de poder dar una nueva vida a las prendas y también ofrecer una forma de ganarse la vida a las personas que participan en sus talleres, la mayoría en riesgo de exclusión social. En total, en Huesca son 15 trabajadores los que integran la empresa Carinsertas, 10 enfocados a la reinserción y otros cinco como contratados de manera indefinida, respondiendo a ese objetivo de insertar personas y dotarlas de las competencias necesarias para enfrentarse al mercado laboral, como explica Danila Robayo, gerente de Carinsertas en Huesca.

Por eso, desde Cáritas se defiende el producto a la venta en estas tiendas de segunda mano, como “moda de verdad”, en las más de 30.000 toneladas de ropa usada que se recogen cada año en Cáritas, lo que equivale a unas 90 millones de prendas, de las cuales, a un 90% se les puede volver a dar una utilidad tras pasar por los talleres de empleo, a unos precios muy asequibles.

En el otro aspecto que se persigue con Moda Re-, el del reciclaje de ropa, el fin último es incluso de mayor calado. “Queremos darle un planteamiento de urgencia ética, que nos lleve a cambiar el estilo de vida. Ser mas solidarios, pero sobre todo pensar que este mundo lo tenemos que cuidar, a través de la ecología y la ayuda al hermano, que es lo que hará más sostenible el planeta”, explicaban desde la entidad. Porque alargar la vida útil de las prendas, según los cálculos ligados a la iniciativa, permite ahorrar 56 millones de metros cúbicos de agua -los mismos que se utilizarian para abastecer a la ciudad de Madrid durante seis meses-, además de evitar la emisión a la atmosfera de unas 680,000 toneladas de CO2.