Los bares y restaurantes de Huesca crearán en una semana más de 400 contratos temporales

Un camarero puede llegar a ganar entre 1.000 y 1.500 euros, aunque con jornadas maratonianas.

José Féliz Alonso, delante de la terraza del Comomelocomo, en el Tubo de Huesca.
Los bares y restaurantes de Huesca crearán en una semana más de 400 contratos temporales
Verónica Lacasa

Las fiestas de San Lorenzo son un estímulo económico para muchos sectores y especialmente el hostelero. Las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal indican que los festejos laurentinos disparan la necesidad de mano de obra en los negocios de comidas y bebidas superando en los últimos años las 400 contrataciones temporales en agosto en la ciudad de Huesca, un 50% más que cualquier otro mes. En 2014 se sobrepasó incluso las barrera de las 500.

Otros sectores también demandan trabajo temporal pero en menor volumen. Es el caso del comercio, donde en los últimos años se han generado en torno a 100 contratos, y el del alojamiento que en 2016 superó los 60.

Los puestos más demandados en la hostelería son los de camareros, que pueden llegar a ganar en una semana de trabajo entre 1.000 y 1.500 euros aunque para ello también tienen que soportar jornadas maratonianas. Y es que muchos establecimientos, sobre todo de la zona centro, suelen cerrar sobre las 3 o 4 de la madrugada y reabren tres o cuatro horas después para empezar a servir de nuevo almuerzos.

Roberto Pac, presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo, asegura que las previsiones apuntan de nuevo a un gran volumen de contrataciones temporales de camareros, cocineros... Sin embargo, también lamenta que algunos asociados del paseo de Ramón y Cajal y su entorno han tenido que cambiar sus previsiones de personal a última hora por el cambio de ubicación de los chiringuitos, que se han trasladado este año a la avenida de Monegros. Por ello, aprovecha para pedir "que la planificación de las fiestas se haga con más antelación y con todos los sectores implicados en la misma mesa".

José Pueyo, responsable de Cafés y Bares de Huesca, asegura que "las perspectivas para este San Lorenzo son muy buenas porque se han adelantado las reservas de los almuerzos, comidas y cenas de los días 9 y 10, que llevan meses vendidos".

Pese a la alta demanda de mano de obra, aclara que "cuesta" encontrar profesionales para cubrir las fiestas "porque la gente que es buena ya tiene su trabajo fijo". Y es que hace hincapié en que "no todo el mundo vale" para trabajar de camarero en San Lorenzo. "Hemos pecado muchos años de no darle importancia a la formación y ahora lo estamos pagando", se lamenta.

José Pueyo explica que la mayoría de hosteleros se surten de gente "conocida" que ya llevan años acostumbrados a estar detrás de una barra de fiestas y a tratar con los clientes "porque en estas fechas se requiere dar el do de pecho y queremos que nuestros clientes se vayan contentos y el servicio sea bueno aunque eso nos cueste un poco más".

Muchos de estos ‘extra’ son "profesionales de los festejos", afirma. "El ritmo de producción es salvaje y no les importa porque viven de eso y están acostumbrados a trabajar con ese nivel de exigencia", destaca.

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