Los nombres oficiales de los tresmiles dividen a los montañeros aragoneses

El Gobierno de Aragón presentó hace menos de un mes la nueva nomenclatura. Se defiende el uso de topónimos pero sin borrar a los grandes pirineístas.

José Luis Soro –derecha–, en la presentación del 'Proyecto tresmiles' el pasado día 6 de junio.
Los nombres oficiales de los tresmiles dividen a los montañeros aragoneses
DGA

La Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) llevaba años reclamando al Gobierno de Aragón un catálogo oficial que aclarara el número de cumbres de 3.000 metros y sus nombres propios para acabar con las listas arbitrarias. Hace menos de un mes, el consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro, presentó el ‘proyecto tresmiles’, que establece los nombres oficiales de las 160 montañas del Pirineo de esa altitud. Pero lo que algunos ya denominan la ‘lista Soro’ no ha convencido a todos, empezando por el presidente de la FAM, Luis Masgrau, quien criticó que no se haya contado con los usuarios para renombrar muchos picos con topónimos aragoneses, borrando del mapa los de los primeros pirineístas.

Los foros de debate montañero en internet echan humo, con opiniones a favor y en contra. Para algunos, la nomenclatura ya está interiorizada, y renombrarlos, "no dará mas que malentendidos y problemas". Incluso ha surgido en Change.org una campaña de firmas, promovida por Eduardo Sánchez Abella, para la derogación del proyecto, que es el primero que lleva a cabo la Comisión Asesora de Toponimia de Aragón. Su lista de nombres será de uso obligado en la cartografía oficial.

"Aquellos más longevos no recuerdan que sus antepasados utilizasen los topónimos que ustedes proponen. Deben explicar y justificar documentalmente su procedencia", señala la carta colgada en la citada plataforma y que será entregada al consejero, en la que se defiende que algunas montañas lleven el nombre de los pioneros franceses que se interesaron por el Pirineo.

Quien ya ha dicho en esos foros que no firmará es la conocida escaladora Cecilia Buil. "Hay que dejarse de inventar nombres de montes que ya los tienen. Los pioneros, con todos mis respetos, no tuvieron en cuenta a los autóctonos", ha escrito.

Uno de los nombres para la polémica es el del techo del Pirineo, que pasa a ser Tuca d’Aneto/Maladeta de Corones. "Jamás lo había oído", aseguró Luis Masgrau, quien dice hablar en nombre propio porque la FAM no ha debatido la cuestión. Tampoco entiende la sustitución del pico Russell (en honor de Henry Rusell, quien dedicó gran parte de su vida a estudiar estas montañas), por el de Cap de la Vall.

"Hay que respetar los nombres autóctonos pero no puedes borrar de un plumazo la historia de los 200 años de pirineismo. Es un tema que debe abordarse con la máxima prudencia, el máximo rigor científico y con el más amplio consenso", declaró el presidente de la FAM, y esto último no ha existido, según él. "Echamos en falta, como le comenté al propio consejero Soro, haber estado presentes formalmente en esa comisión los clubes de montaña, junto a lingüistas y geógrafos, porque nosotros conocemos la historia del montañismo mucho mejor. Han demostrado que la desconocen", explicó.

Masgrau reconoció que hacer una relación oficial de tresmiles era una vieja aspiración de la Federación para acabar con otras arbitrarias, como la del belga Juan Buyse. Se le había reclamado a varios gobiernos, y finalmente Soro recogió el guante hace un año.

Modesto Pascau, otro veterano montañero y miembro de la junta de la FAM, es partidario de que "aquellos que llevan 100 años rebautizados" conserven el nombre actual además del topónimo. No obstante, aclaró, "la prioridad es para el nombre que han puesto en los pueblos". Está de acuerdo en que el Gobierno de Aragón haga uso de su competencia y que por primera vez "exista una lista oficial", aunque, lógicamente, "todo es discutible".

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