El futuro del solar de harineras sigue bloqueado seis años después del derribo de las fábricas

José Buil deja la presidencia de la junta de propietarios tras dos años y no hay relevo, ni avances desde 2012. En este suelo del centro de Huesca se iban a edificar 1.300 viviendas.

En el solar de las harineras, en el centro de Huesca, aún quedan naves que hay que derribar.
El futuro del solar de harineras sigue bloqueado seis años después del derribo de las fábricas
Rafael Gobantes

Iba ser el Manhattan de Huesca, una urbanización de 1.300 viviendas en el centro de la ciudad con bloques de hasta 17 alturas, pero nueve años después de que los propietarios del suelo firmaran el convenio urbanístico con el Ayuntamiento y seis desde que se derribaran las dos fábricas, el desarrollo del solar de las harineras sigue bloqueado. Ninguno de los implicados espera una solución a medio plazo para una operación de 50 millones de euros (20 para la pagar la urbanización y 30 para costear las indemnizaciones fijadas por el traslado y demolición de las instalaciones fabriles) que repercutiría 1.500 euros por piso.

A la paralización del proceso se suma ahora la ausencia de presidente en la Junta de Compensación, entidad que debe presentar el proyecto de reparcelación (reparto de cargas y beneficios por la edificación) para el desarrollo del polígono. El 12 de abril se convocó una asamblea para la renovación de cargos al haberse cumplido dos años de mandato estipulados en los estatutos. José Buil no se presentó a la reelección. Tampoco hubo otros candidatos.

El expresidente señaló que había cumplido su mandato y era el momento de renovación de cargos". No explicó los motivos por los cuales no continúa en la presidencia. Señaló que confía en el desarrollo urbanístico de este suelo porque "está en el centro de la ciudad" aunque "ahora es difícil por la situación generalizada a nivel nacional".

La concejal de Urbanismo, María Rodrigo, insistió en que "se trata de una propiedad privada" y eludió valorar lo ocurrido en la asamblea de la junta porque "es muy reciente". Apuntó que el objetivo es "el desarrollo de ese espacio" y que, jurídicamente se analizarán "la diferentes posibilidades que hay para este suelo".

La situación del polígono de harineras es la misma que en octubre de 2012, cuando la junta rechazó el proyecto de reparcelación presentado por el entonces presidente, José Porta. Según los números del convenio que en 2008 firmó el 90% de la propiedad del suelo, había que aportar 750.000 euros por cada 1.000 m2 de superficie para pagar la urbanización y las indemnizaciones.

El solar de harineras tiene varios propietarios pero la mayor porción de suelo reparte entre la empresa de Porta, Buil y quien ostente ahora la titularidad de Construcciones Sarvisé (Cosarsa), que compró la parte de Harineras Villamayor pero que en 2012 entró en concurso de acreedores. Además, un 5% del terreno está en manos de los denominados dueños minoritarios.

La opinión de casi todos es que el desarrollo del polígono 19-02 es hoy inviable económicamente. Hace dos años se comentó que la solución era su desarrollo por fases y en bloques más bajos, pero hoy se insiste en que es necesario una reducción de las indemnizaciones pendientes. Ángel Aguirre, abogado de Porta, señaló que se trata de "unos derechos recogidos en un convenio firmado por casi toda la propiedad" y denunció la situación anómala de este acuerdo.

En el solar quedan unas naves en ruina, propiedad de Buil, que van a derribarse en los próximos días tras un proceso judicial.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión