Huesca monta otro Guirigay en el colegio Pío XII
La segunda parte del parque infantil navideño del Ayuntamiento volverá a abrir hoy sus puertas de 17.30 a 20.30 con actividades deportivas, artísticas, de naturaleza...
Apenas unos días después de clausurar una exitosa edición del Guirigay en el Palacio de Congresos de Huesca, ayer abrió sus puertas una versión más reducida en tamaño y en duración, el Guirigay Plus... Seguimos jugando, en el colegio Pío XII. Había mucha expectación entre los más pequeños y la prueba es que desde más de media hora antes de que comenzara, ya se adivinaba una larga fila de padres y niños esperando a coger los tickets de las actividades. En ella guardan cola ansiosos Gonzalo Isábal y Raúl Bergua, de 8 años, que querían participar en el taller de torno de barro. "Ya fui al otro Guirigay y la alfarería fue lo que más me gustó, además de los hinchables, y hoy he venido a hacerla con mi amigo Raúl, aunque aquí hay menos cola", dijo.
"Es la segunda parte del Guirigay y lo hacemos un poco concentrado, aunque también tenemos una nueva oferta como la escalada que se puede practicar en el rocódromo del pabellón", explicó Silvia Martínez, técnico de Infancia del Ayuntamiento. Dentro del amplio abanico hay juegos en movimiento (escalada, trapecio, patinaje, danza urbana, pin pon), juegos de naturaleza (huerta, agroecología), juegos con arte (reproducir cuadros de Picasso, mural colectivo, creación con papel y cartón, barro con torno, maquillaje, galletas) y espacios de música, circo, teatro, cuentos... Hoy volverá a abrir de 17.30 a 20.30 con entrada gratuita.
Astrid Pueyo acompañó a su hija Naira de cuatro años y medio. "Ya estuvimos en el primer Guirigay y ahora hemos venido a este porque siempre buscas alternativas estos días de vacaciones para que los niños estén entretenidos. Es verdad que es un poco más pequeño, pero suficiente porque también viene menos gente y por tanto tienes que hacer menos colas", añadió.
Los pajes reales, en el Casino
También se formaron largas filas de niños en las Rodillas Reales del Casino, donde los pajes traídos por los clubes parroquiales recogieron cartas para los Reyes y les entregaron los primeros regalos: una piruleta y una poesía.
