Huesca

“La CHE nos multa por no tener depuradora y la DGA también si construimos una propia”

El alcalde de Villanúa, Luis Terrén, denuncia las trabas para que su localidad costee un sistema propio.

El alcalde de Villanúa, Luis Terrén, en el río Aragón al que vierten las aguas.
Laura Zamboraín

Ante el bloqueo del Plan de Depuración del Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Villanúa ha estado buscando en los últimos meses medidas alternativas, que pongan solución a la situación actual. El equipo municipal ha conocido en Francia diversos sistemas ecológicos de filtro verde, más económicos y cuya ejecución podría estar finalizada el próximo año. Pero para poner uno en marcha, el consistorio debería renunciar al convenio suscrito con el Gobierno de Aragón, lo que supondría una sanción económica, que se sumaría a la multa notificada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) hace apenas dos meses por no contar con depuradora. De una forma u otra, les penalizan, denuncia el alcalde de la localidad, Luis Terrén.


Desde entonces, la situación no ha cambiado y los ayuntamientos del Pirineo que carecen de depuradoras de agua no tienen conocimiento de que se haya producido avance alguno sobre dicho Plan de Depuración. El alcalde de Villanúa, como el resto de ediles, quieren solucionar cuanto antes este problema de las aguas residuales, pero a pesar de que se buscan soluciones, asegura que la administración no está por la labor de que se lleven a cabo.


El resto de ayuntamientos del valle del Aragón se encuentran en la misma situación que el de Villanúa, esperando a ver si hay novedades. Todos presentaron alegaciones a la sanción económica que impuso la CHE por no tener depuradoras. Esto es extensible también a otros consistorios del Pirineo, que igualmente firmaron el convenio con el Gobierno de Aragón, y que estarían dispuestos a denunciarlo por una opción más económica.

Más sostenible y más barato

"Tengo muy claro que si el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Medio Ambiente quisieran, en dos años estaríamos depurando todos los pueblos del Pirineo, pero creo que prefieren recaudar a solucionar el problema de depuración", asegura. Por ello, propone que su ayuntamiento construya su propia depuradora ecológica, pero la DGA "no quiere". "Tengo el presupuesto y lo podría hacer por un importe siete veces menor que el que propone el Gobierno de Aragón", que asciende a seis millones de euros, mientras que su iniciativa cuesta 800.000 euros. Además el plazo de ejecución también es menor, por lo que prevé que esta localidad del valle del Aragón podría estar depurando sus aguas a finales del próximo año.


No obstante, para que esto fuera una realidad, Villanúa debería renunciar al convenio firmado en su día con el ejecutivo aragonés, según el cual le traspasaba las competencias en materia de depuración. "Pero el Instituto Aragonés del Agua me amenaza con que me puede pedir responsabilidades por daños y perjuicios", añade Terrén. Por lo tanto, la CHE "me multa por no tener depuradoras, y la DGA por construir una propia". Así que, de momento, "seguimos en una tensa espera, a ver qué pasa".


Esa impotencia ha llevado a Luis Terrén a querer denunciar el convenio, pero el de Villanúa es un ayuntamiento pequeño "y meterse en juicios con la DGA y el Ministerio requiere tiempo, que no tenemos; y dinero, que nos lo quitan en multas, por lo que te ves un poco pequeño para empezar una lucha así", reconoce. Para él, es bastante "desesperante", porque el IAA está bloqueado "por los contratos que hay firmados con las empresas que iban a ejecutar las depuradoras, pero el Gobierno de Aragón sí que podría moverse", añade.


Para poder financiar la depuradora, bastaría con poder gestionar el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) que recauda la DGA. En el caso de Villanúa son casi 100.000 euros anuales. "Es una pena, porque te preocupas en buscar soluciones, las encuentras y luego las quieres poner en marcha y hay un bloqueo", apunta. Además, es de la opinión, de que "lo justo" sería construir las depuradoras con lo que recauda cada pueblo con el ICA. La opción que propuso Terrén en el IAA, consiste en un sistema totalmente natural, respetuoso con el medio ambiente y que reduce mucho los costes. La depuración se realiza a través de unos filtros generados por distintas gravas y vegetación, llevando a cabo un proceso similar al que realizarían los filtros químicos. Sin embargo, estos sistemas ecológicos de depuración de filtro verde, no son muy empleados en nuestro país, aunque en Francia existen más de 2.000 instalaciones de estas características.