El relevo de la arquitectura pirenaica
Las arquitectas Bárbara Puebla y María Pérez comparten junto a Luis Senra un proyecto que da continuidad a su legado arquitectónico, presente en el Pirineo desde hace 4 décadas.
Pusieron en marcha su iniciativa hace poco más de año y medio y desde entonces han dirigido proyectos de construcción y rehabilitación de edificios en diferentes poblaciones del Pirineo aragonés. Las arquitectas Bárbara Puebla y María Pérez residen en Jaca y Broto, respectivamente, y han conseguido desarrollarse profesionalmente en el medio rural de una manera independiente y a la vez conjunto, gracias al espacio de cotrabajo ('coworking') Serrablo 108 que comparten junto al arquitecto Luis Senra, instalado en Sabiñánigo desde hace 40 años.
Como reconocimiento a su labor, Puebla y Pérez recibieron el pasado mes de octubre el VII Premio a la Cooperación entre Emprendedoras de Aragón que convoca la Fundación Emprender en Aragón, a través del Instituto Aragonés de la Mujer y el Instituto Aragonés de Fomento, en el marco de la Semana del Emprendedor en Aragón.
Esta nueva etapa ha logrado cimentarse tras un periodo de formación y trabajo previo: Concluimos la carrera de Arquitectura en un momento de crisis y no nos conocíamos previamente. María estudió en Barcelona y yo en Alcalá de Henares, -explica Bárbara Puebla, zaragozana residente en Jaca desde hace 3 años-. Anteriormente trabajé en despachos tanto en Zaragoza como en Luxemburgo; María también había estado en el extranjero pero no nos habíamos decidido a empezar por nuestra cuenta hasta que encontramos esta solución.
Somos autónomas y cada cual firma sus proyectos pero a la vez compartimos un mismo espacio de trabajo en el despacho del arquitecto Luis Senra. Es uno de los dos grandes referentes de la arquitectura pirenaica, -añade-. Cuando nos conocimos, Senra ya tenía en la cabeza que antes de jubilarse quería que alguien continuase con su trabajo, un relevo generacional, y llegamos a la conclusión de que la mejor fórmula era crear un espacio de cotrabajo.
Formar este proyecto es un estímulo y una ayuda para Puebla y Pérez ya que ante cualquier nuevo encargo tenemos como referencia el trabajo de Senra y además él está aquí con nosotras, es una persona muy generosa, nos enseña la manera de trabajar aquí y de tratar con los gremios. Para Luis Senra, más que un espacio 'coworking', Serrablo 108 se asemeja más a una versión moderna de los talleres escuela, comenta Puebla.
Cada cual trabaja por su cuenta, aunque en algunos casos firman proyectos al 50%. No están asociados, solamente compartimos espacio, la manera de trabajar y muchos proyectos, señala Puebla, quien además encuentra en este método una forma efectiva de conciliar vida laboral y familiar.
María Pérez es de Broto. Su familia se dedica a la hostelería y ella tenía claro que se quería quedar en casa pero trabajando de lo mío. Esto ha sido un empujón para establecerme definitivamente como arquitecta, cuenta.
Respecto a los trabajos que realizan en la zona, Pérez destaca que esto tipo de arquitectura pirenaica reúne una serie de características comunes debido a su ubicación y a las condiciones climáticas del Pirineo. Muros de piedra muy gruesa, ventanas verticales, cubiertas inclinadas de losa, teja o pizarra, son algunos de los elementos comunes en este tipo de edificaciones.
Últimamente estamos llevando a cabo proyectos de rehabilitación en casas antiguas, bordas o pajares. Muchos de estos se están recuperando como vivienda, respetando siempre la estructura y ajustándose a lo que exigen las normativas municipales. Cada pueblo tiene la suya y algunos cuentan con ordenanzas específicas que velan para que prevalezcan patrones característicos de la zona, añade.
En cuanto al trabajo en el espacio Serrablo 108, Pérez coincide con Puebla y Senra: La comunicación es más sencilla, nos hace pensar que podemos abarcar más terreno y entre nosotros las ideas fluyen mejor.