Pronto hará 30 años que se suspendieron las licencias de obra nueva y ya hace siete que empezaron los derribos para transformar las plazas de San Félix y San Voto en una sola (2.900 m2) y revitalizar esta zona del centro de Huesca con la construcción de 100 viviendas. La operación proyectada en el corazón del barrio de Santo Domingo y San Martín de Huesca es una de las más ambiciosas que recoge del Plan General de Ordenación vigente (PGOU) y otras de las que se topó de lleno con la crisis económica. De momento, lo que se ha conseguido es tener el mayor solar urbano en el centro y rodeado de edificios.

Los vecinos consideran, no obstante, que ya es hora de que acometa la reurbanización de la zona, convertida en una gran muesca llena de vallas por la que incluso da miedo pasar de noche. El presidente de la Asociación de Vecinos Juan de Lanuza, Andrés Puyuelo, señala que la mejora de esta parte del barrio es "algo que se reivindica en todas las conversaciones que se tienen con el Ayuntamiento". Se ha llegado incluso a proponer que, si no se puede ejecutar el proyecto tal y como está aprobado, se quite el vallado y se acondicione la zona para el uso ciudadano hasta que empiecen las obras, que hace cuatro años estaban presupuestadas en 700.000 euros e iban a empezar de forma inmediata. La promotora zaragozana Duar es la encargada de impulsar la transformación de esta zona.

En este espacio, que será de 4.800 m2 , se creará una plaza peatonal mientras se reservará la parte norte –confluencia de calle del Olmo y Sancho Ramírez y la plaza de San Félix (antigua chatarrería Marquina)– para la construcción de las 100 viviendas. En el lado más próximo al colegio Sancho Ramírez se plantarán árboles. También se colocarán bancos y aparcabicis. Los edificios, en bloques de cuatro alturas más ático, se levantarán por fases.

Las plazas de San Félix y San Voto configuran una de las tres unidades de ejecución en las que se dividió un área más amplia del entorno de la basílica de San Lorenzo para facilitar así su desarrollo. De momento, lo único que se ha hecho para regenerar la zona es la reurbanización de la calle Sancho Ramírez. El Ayuntamiento de Huesca, de acuerdo con la junta de compensación, ha adelantado los algo más de 215.000 euros que han costado estos trabajos y que serán abonados por los propietarios del suelo cuando se acometa el conjunto del proyecto. Esta vía, que une el Coso Bajo con las dos plazas, deberá ensancharse tres metros más al llegar a ellas.

Andrés Puyuelo lamenta que esta actuación urbanística, que se empezó a gestar ya en 1988 para renovar el parque inmobiliario del barrio "duerma el sueño de los justos". No obstante, la concejal de Urbanismo, María Rodrigo, señala que ha empezado a renovarse el interés por parte de los promotores para actuar en este entorno, donde todavía quedan varios edificios por derribar.

Aún quedan edificios en pie

Buena parte de las construcciones de las plazas de San Félix y San Voto estaban en ruinas o abandonadas a finales de los años 90. El proyecto conllevaba la demolición de 18 edificios. Junto a algunos había parcelas utilizadas como corrales y almacenes y la degradación era palpable. De ellos, aún quedan varios en pie e incluso habitados, ya que no todos los propietarios afectados llegaron a un acuerdo con la junta de compensación. De hecho, todavía hay pendientes tres expropiaciones. Tampoco se han pagado todas las efectuadas. Recientemente, el Ayuntamiento ha requerido a la junta que abone los 88.060 euros que el Jurado Provincial de Expropiación fijó en 2013 como justiprecio de una de las fincas afectadas.