La esperada actuación de los danzantes en el tradicional ‘Ball dels omes’ supuso este jueves el momento cumbre en el día grande de las fiestas patronales de Benasque. La plaza Mayor estaba abarrotada, a pesar de ser día laborable para los de fuera, pero el sentimiento de intensa comunión de los lugareños con sus tradiciones impregnó el ambiente en esta jornada en que se honra la memoria de San Marcial.

Lógicamente, había menos visitantes que cuando esta celebración cae en fin de semana pero los vecinos de Benasque se lanzaron a la calle y arroparon con su presencia a la venerada imagen del patrón. Bajo los repiques de la campana mayor de la iglesia, denominada por este motivo "la Marciala", discurrió la procesión y posteriormente tuvo lugar el ‘Ball dels omes’ ante la imagen del santo, resguardada bajo el enorme tilo de la plaza.

Ataviados con unos singulares y característicos tocados floridos, vestidos con el traje típico aragonés y acompañando la música del ‘ball’ con unas grandes castañuelas de boj, los cuatro mayordomos abrieron el baile al que se fueron sumando numerosos hombres de la localidad hasta conformar una larga fila que dio vueltas por la plaza formando las características ‘marradetas’. En las primeras, los mayordomos en ejercicio dieron la alternativa a quienes les van a sustituir en las próximas fiestas entregándoles una rosa como símbolo de su elección.

El historiador local Antonio Merino reconoce que estos momentos son especialmente "intensos y emotivos". Para él, se trata de una danza ancestral, probablemente precristiana y de orígenes tanto guerreros como agrícolas. Su estructura conserva fielmente estos orígenes ya que ha sufrido pocas variaciones desde entonces y sigue manteniendo tres partes bien diferenciadas: la llegada de los benasqueses al templo (representada en un baile por parejas ante la estatua de San Marcial), la oración común (cuando los danzantes rodean la estatua bailando y trazando círculos y elipses), y la victoria final (simbolizada por la reverencia ante el santo).

Pero, no todo son tradiciones, y vecinos y visitantes pudieron disfrutar también de un festival de jotas y de las sesiones de baile. Los festejos vivirán este viernes otro de sus momentos intensos cuando, a las siete de la tarde, comience el ‘Ball de les dones’, donde intervienen mujeres acompañando a los hombres en sus evoluciones. Además, actuará la Ronda de Boltaña y se celebra la Marcha Cicloturista Infantil.