Hoteles de insectos contra plagas en jardines

Por muy raro que pueda sonar, las dos instalaciones para insectos que esta semana han aparecido en dos plazas de Binéfar no pueden tener un nombre más adecuado que el de hoteles. Se trata de crear un hábitat propicio a ciertos insectos, mediante pequeñas estructuras, considerados beneficiosos para que con su acción biológica mantengan a raya las plagas que azotan a jardines y huertos. Periódicamente, se revisarán para evitar que proliferen colonias de insectos no deseados y para ver su efectividad.

No se trata de ningún invento extravagante ni de una idea feliz, es una práctica que ya lleva probándose en distintos países de Europa para evitar el uso de insecticidas tanto en jardines, públicos y privados, como en parcelas dedicadas al cultivo de hortalizas para el consumo humano.

En el caso de Binéfar, la iniciativa partió de la Escuela Taller ‘Surcos’, de Cáritas, donde ocho jóvenes aprenden el oficio de viverismo y jardinería. Además, como parte de su formación reciben charlas y hacen visitas. Una de esas charlas la impartió el naturalista y forestal José Damián Moreno, que les habló de estas curiosas estructuras denominadas hoteles de insectos como un método para el control de plagas de forma natural.

De hecho, los alumnos de este taller han sido los que han construido las dos estructuras que se han ubicado en el parque Benito Coll y en la plaza Hipólito Bitrián, ambas de Binéfar, por encargo de la concejalía de Desarrollo Sostenible. Kevin y Coraima, que junto con Brandon y Victoria se ocuparon del que está en el parque, dicen que "fue divertido fabricarlos", ya que tuvieron que ingeniárselas para obtener los materiales con que están fabricados en el campo y en el punto limpio, reciclando. Los insectos que anidan en el hotel son devoradores de pulgones, babosas o escarabajos, entre otros, que afectan a la jardinería urbana, aunque el fin del proyecto es sobre todo didáctico y ambiental.