Una obra que pone fin a cuatro décadas de conflicto social

Por el camino se han quedado tres proyectos, previstos en municipios de montaña, con gran contestación social.

El embalse de San Salvador, incluido en el Pacto del Agua, cierra en paz un proceso de enfrentamiento entre la montaña y el llano que comenzó en la década de 1970, después de la inauguración del pantano de Santa Ana en el río Noguera-Ribagorzana, momento en el que los regantes del Canal de Aragón y Cataluña comenzaron a reivindicar una mayor regulación del río Ésera, donde solo contaban con el embalse de Barasona. En los 45 años transcurridos se han desechado tres proyectos de regulación hasta llegar, finalmente, a una obra de consenso como es San Salvador que, además, se ha construido en el corazón de la zona regable de este sistema y que supera con creces proyectos anteriores en cuanto a reservas.



 



1976. El gran pantano de Campo.El embalse proyectado en 1976 por el ingeniero Lorenzo Pardo en el municipio de Campo fue el primer proyecto frustrado en el anhelo de los regantes de incrementar la regulación del Ésera. La infraestructura preveía embalsar 630 hectómetros cúbicos, pero de haberse ejecutado hubieran desaparecido núcleos como Morillo de Liena, Navarri, Las Colladas, Bacamorta o Campo. Esta circunstancia originó una gran contestación social que, finalmente, acabó, también por el gran coste económico del mismo, con la desestimación del proyecto el 29 de septiembre 1986.


1990. Comunet y Santaliestra. En el momento en que se desestimó el gran embalse de Campo, los regantes ya manejaban, junto con la Confederación Hidrográfica del Ebro, la posibilidad de embalsar agua del Ésera en Comunet, cuyo proyecto se redactó en el año 1990, aunque un coste muy elevado y las protestas vecinales llevaron a buscar alternativas hasta acabar en Santaliestra, que llegó a licitarse en marzo de 2000. Las denuncias de los vecinos, que pusieron en duda la seguridad y judicializaron el conflicto, y la oposición social llevaron a suspender obras y a desechar el proyecto en octubre de 2004, con gran desazón de los regantes del Canal de Aragón y Cataluña.

 


2005. San Salvador

Paralelamente al proyecto de Santaliestra, y dado que este no cubría todas las necesidades del Canal de Aragón y Cataluña, se empezó a gestar un pequeño embalse, de unos 20 o 30 hectómetros cúbicos, en San Salvador, en la propia zona regable. Este fue el proyecto al que se abrazó la Comunidad General de Regantes cuando cayó Santaliestra, de modo que el 26 de mayo de 2005, el Ministerio de Medio Ambiente aceptó redactar un nuevo proyecto para el embalse de San Salvador con mucha más capacidad de la inicial.


En 2006 se realizaron los primeros sondeos y se presentaron hasta 72 alegaciones. El 29 de febrero de 2008 fue aprobada la Declaración de Impacto Ambiental y en noviembre del mismo año se adjudicó el proyecto, que no estuvo exento de polémica, ya que en enero de 2009 un grupo de regantes lo recurrió. De hecho, la asamblea general, cuando sometió a votación este proyecto, alcanzó un apoyo del 56% de los votos emitidos, aunque un 39% se pronunció en contra.


No obstante, el 25 septiembre de 2009 se colocó la primera piedra en un acto en el que estuvieron presentes los entonces secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, y el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, A finales de 2010 se empezó a levantar la presa. En estos momentos está en marcha la tercera fase de la puesta en carga (la primera fue en 2013). Este tercer escalón, que supondrá el llenado completo, se prolongará hasta junio de 2016. Una vez finalizado, el embalse de San Salvador entrará en explotación ordinaria.

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