"Engaño" o "desastre" fueron algunos de los términos que se utilizaron durante la rueda de prensa en la que este viernes se han dado a conocer los trofeos taurinos ‘Albahaca y San Lorenzo de Plata’, con los que se premian las actuaciones de la feria laurentina. Unas duras palabras con los que el jurado, integrado por críticos taurinos, veterinarios y aficionados, y presididos por la concejal de fiestas María Rodrigo, se han referido especialmente a los animales que han podido verse durante los cuatro días de feria sobre el albero oscense.

Este descontento queda patente en la relación de premios, en la que queda desierto el premio a la mejor corrida de la feria.

Entre las malas sensaciones generalizadas, un único nombre ha brillado en el coso oscense, el de Alberto López Simón, que fue elegido como mejor torero de la feria por unanimidad del jurado, y protagonizó la considerada mejor faena, en la lidia del tercer toro de la ganadería de Albarreral el día 10 de agosto. La mejor estocada fue para Iván Fandiño, al dar muerte al sexto toro de la corrida del 13 de agosto.

Respecto a los animales, la totalidad del jurado consideró que el mejor toro fue Dentreotoño, con 490 kilos de peso, y al que se enfrentó Eduardo Gallo el día 13, aunque el diestro no supo aprovechar las condiciones que ofrecía el astado.

Ha sido tal el nivel de descontento con los toros, que hasta se han enviado a analizar las astas de uno de ellos, al considerar que podían estar manipuladas. "Se han remitido las piezas para que se valore una posible sanción a los ganaderos. Solo se ha hecho con un animal, pero perfectamente podrían haberse enviado las de otros muchos", ha manifestado Vicente Ascaso, miembro del jurado.

Además de los animales, tampoco convenció al jurado la actuación de algunos toreros que han pasado por la feria, y de los que por nombre y caché se esperaba mucho más. "Artísticamente la feria ha sido un auténtico desastre, ya no solo por las ganaderías, sino también por la actuación de las figuras, que han hecho muy poco esfuerzo, llevando las corridas al auténtico aburrimiento", añadio Ascaso. Esto abre un pequeño debate sobre la posibilidad de presentar un cartel más abierto, en el que los toreros más reconocidos dejen paso a otros diestros emergentes, con más ganas.