El remodelado casco antiguo de Tamarite de Litera ha sido un espacio espléndido para acoger el Mercado Medieval, que este año, en su decimoctava edición, ha presentado hasta ochenta puestos tanto de venta de productos artesanos como de muestra de algunos oficios en franco proceso de extinción. Durante los dos días que ha permanecido abierto al público este zoco, ambientando en el medievo, los visitantes no ha dejado de aprovechar para curiosear entre la oferta que, por distinta, invitaba a picar con alguna que otra compra.

Sin embargo, los grandes protagonistas de este evento han sido, un año más, los niños, que se embobaban ante la novedad que supone para ellos cualquier trabajo manual, desde modelar el barro, imprimir al más puro estilo artesanal, probar destreza con los juegos de habilidad manual, o darse una vuelta en el tiovivo que mueve las piernas de su dueño. Estas curiosas actividades no han dejado indiferente a ningún chaval.

El otro atractivo del programa han sido los espectáculos que los organizadores, el Ayuntamiento de Tamarite y el Kolectivo Kabana, han ofrecido a lo largo de estas dos jornadas de mercado, dirigidos tanto a los niños como a los adultos, sobre todo los que se han programado en horario nocturno. Para cerrar, han contado con los volatines de fuego del Circo La Raspa, todo un clásico de esta cita.