La Guardia Civil realiza más de 300 rescates de montaña en un verano "duro" y "al límite"

Se trata de la provincia española donde más han crecido. Este verano realizaron 300 intervenciones.

El montañero que se despeñó 30 metros en una cumbre de Benasque fue auxiliado por la Guardia Civil. En la imagen, momento en el que trasladan al herido al helicóptero medicalizado del 112.
La Guardia Civil realiza más de 300 rescates de montaña en un verano "duro" y "al límite"

Una mayor afluencia de turistas, muchos de ellos extranjeros, ha provocado un repunte del 20% en el número de intervenciones por accidentes de montaña atendidos por los cinco grupos de rescate de la Guardia Civil de Huesca, la provincia española con mayor número.


Benasque, Panticosa, Jaca, Boltaña y Huesca cuentan con un grupo de rescate e intervención en montaña (GREIM) cada uno, unos 60 especialistas que este verano han llegado a realizar una media de más de tres intervenciones diarias, salidas en las que han tenido que atender hasta cinco rescates simultáneos y jornadas en las que han llegado a nueve operaciones.


Este ha sido un verano "duro" donde "se ha trabajado al límite" y se ha alcanzado la cifra de 300 rescates aproximadamente, un repunte provocado por una mayor afluencia de turistas venidos de distintos puntos de España y el extranjero a los Pirineos, sierras y parques naturales de la provincia, ha dicho a Efe el jefe de las Unidades de Montaña de la Guardia Civil de Huesca, Antonio Usieto.


Aunque un accidente lo puede sufrir hasta el montañero más preparado, Usieto reconoce que el perfil del accidentado está más vinculado al de una persona en forma pero desconocedora del terreno, por proceder de lugares con condiciones meteorológicas y orográficas muy diferentes que "no sabe con lo que se va a encontrar".


No disponer de materiales adecuados para hacer frente a las inclemencias ha sido una de las causas más habituales de los accidentes de montaña, junto a la falta de planificación, no estudiar los peligros y la ruta ni tener en cuenta la capacidad física y técnica.


Los estatutos de la Guardia Civil prohíben el cobro por estas actuaciones que sean consecuencia de una imprudencia pero sí puede aplicarse a otros grupos de rescate.


Un planteamiento que, para Usieto, "tiene muchas vertientes": que los montañeros contraten un seguro a través de una federación y además reciban la formación que serviría para prever los accidentes, o que "la gente se lo piense más y la situación se agrave y acabe en un estado clínico peor y una operación de difícil tratamiento".


A falta de los datos definitivos de septiembre, mes en el que tienen lugar muchas actividades en la montaña, la Sierra de Guara ha sido la zona donde con más rescates en los meses de junio, julio y agosto, sobre todo de barranquistas.


El centro de coordinación de servicios de la comandancia de la Guardia Civil de Huesca ha tenido este verano un papel fundamental a la hora de planificar las salidas de los equipos cuando se han sucedido varios rescates a la vez, ya que se encargan de valorar las intervenciones y trazar una estrategia para las unidades.


La situación clínica más complicada tiene preferencia, se evalúan los tiempos necesarios para llevar a cabo cada rescate y la manera más rápida de efectuar las intervenciones.


A la hora de actuar en los equipos es necesario "contar con profesionales con una amplia experiencia -hay especialistas de más de 50 años y con la mitad de su vida en la montaña- que conozcan las zonas y estén muy arraigados en el entorno, así como con gente joven con unas cualidades físicas muy buenas", ha apuntado Usieto.


La experiencia de los profesionales y su integración en el entorno en el que trabajan ha permitido, en más de una ocasión este verano, realizar rescates en zonas estudiadas previamente por los especialistas, así como saber en qué lugares se están desarrollando actividades organizadas por empresas de turismo activo.


A pesar de que las imprudencias son las peores enemigas de la montaña, este verano también se han dado varios casos a partir de negligencias de una empresa y de dos guías, que no contaban con los permisos ni la titulación necesaria para llevar a cabo esas actividades.


En este caso, según Usieto, no se puede hablar de un "claro aumento" pero sí de un "caldo de cultivo idóneo para que ocurra" por el aumento del turismo y las necesidades económicas y de captación de nuevos clientes por las que pasan las empresas.


Para evitar contratar un servicio que no es el adecuado, desde la Guardia Civil recomiendan solicitar la titulación de los guías que se hagan cargo de la actividad y comprobar que corresponde al desarrollo del ejercicio, así como que las empresas tengan en regla los seguros de responsabilidad civil.