La DGA busca soluciones a los hundimientos de la A-136 y limita la velocidad desde Escarrilla

Cuatro de las seis últimas actuaciones realizadas han funcionado pero la vía presenta grietas en diversos puntos

Una de las deformaciones que presenta la carretera A-136 entre Escarrilla y el Portalet.
La DGA busca soluciones a los hundimientos de la A-136 y limita la velocidad desde Escarrilla
Laura Zamboraín

Las grietas y las deformaciones del asfalto provocadas por el agua siguen siendo los principales problemas que presenta la A-136, especialmente desde Sallent de Gállego hasta la frontera del Portalet, a pesar de que hace unos meses el Gobierno de Aragón realizó unas actuaciones de emergencia, que en parte, han contribuido a la mejora de la misma. Se trata de un problema «histórico», ya que en la zona comprendida entre la rotonda de Formigal y la frontera existe una zona de movimiento, debido a que hay una lengua glaciar que el agua pone en movimiento a una profundidad importante. 


Además, el río Gállego también corta la ladera en un punto en el que «tiene esa vía de escape para el deslizamiento y lo que hacemos es ir poniendo parches para minimizar el efecto», tal y como explicó el director general de Carreteras, Miguel Ángel Arminio, que estuvo visitando la zona el jueves junto a técnicos para buscar posibles soluciones a los problemas. 


Las últimas actuaciones que se realizaron en esta carretera del valle de Tena, muy transitada en invierno sobre todo por los esquiadores que acuden a Aramón Formigal y también ahora en verano, tuvieron lugar hace unos meses, «fueron de emergencia, y se aprobaron desde el Gobierno de Aragón». Los trabajos consistieron en la construcción de seis pozos de piedra intentando llegar a la mayor profundidad posible «para que de alguna manera, el agua no hiciera daño a la carretera» y que las piedras impidieran el asentamiento del agua que puede haber. De las seis actuaciones que se realizaron hace unos meses en el tramo entre el parquin de Sextas y Portalet, cuatro han funcionado, pero en las otras dos se han seguido produciendo deformaciones, «porque pensamos que el deslizamiento ha sido más profundo y hay que ver que otras actuaciones tenemos que hacer para atajar el problema». Estas podrían pasar, según el director general, por la ejecución de los pozos de piedra todavía a más profundidad, pero será algo que deberán determinar los técnicos. «Ahora estamos en periodo de observación y por lo menos, gran parte de las actuaciones que se han realizado contribuyen a que parte de la carretera no se mueva, y solo hemos visto deformaciones en dos puntos, que es donde tenemos que seguir trabajando porque el principal objetivo es atajar el problema», añadió. 


Por ello, los trabajos de mejora continuarán hasta principios de noviembre, que es cuando comenzará la campaña de vialidad invernal, para que la A-136 quede en las mejores condiciones posibles. Durante este verano el departamento de Obras Públicas también ha actuado en el tramo comprendido entre Biescas y Escarrilla, sellando las grietas producidas durante el pasado invierno «para evitar filtraciones y que afecten al propio trazado». Se trata de una campaña «que vamos a continuar desde Escarrilla hacia la frontera y entra dentro de las labores de conservación y mantenimiento, porque el agua es el peor enemigo que tenemos», insistió.


Otra de las actuaciones que se han llevado a cabo ha sido la señalización de las zonas más problemáticas, donde las deformaciones del asfalto son más significativas para que los usuarios de la carretera moderen la velocidad. Se han instalado señales donde se avisa de que hay deformación en un tramo de unos 1.000 metros, así como de limitación de velocidad en el trazado del pantano de Lanuza, las curvas antes de llegar a la rotonda de la urbanización de Formigal y en la zona más próxima a Portalet, que supone el tramo más perjudicado por las deformaciones de la carretera.


El pasado invierno empresarios y usuarios de esta vía denunciaron el mal estado de la misma, calificándola de carretera «tercermundista», al ser utilizada por cientos de personas a diario por proximidad con la estación invernal de Formigal. Algunos conductores tuvieron problemas en sus vehículos al atravesar los badenes y socavones que se formaron en algunas zonas, sobre todo en la más cercana al desvío del parquin de Anayet.