La DGA se compromete a poner en marcha la residencia asistida de Atades este trimestre

Atades continúa creciendo para ofrecer a sus residentes "calidad de vida, para toda la vida". Ese es precisamente el fin de la nueva residencia para personas mayores con discapacidad intelectual que inauguró ayer el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, en el centro Manuel Artero de Huesca. La entidad social, además, recibió el compromiso formal de la consejería de Servicios Sociales y Familia de empezar a concertar en este primer trimestre de 2011 las 38 plazas de asistidos previstas, lo que permitirá poner en marcha por fin una residencia que está acabada hace año y y medio.

El presidente aragonés giró una visita a las modernas instalaciones, que ofrecerán la atención individualizada que por su envejecimiento o por enfermedad precisan las personas discapacitadas. En la planta superior se encuentran las habitaciones con baños adaptados y controladas por un sistema domótico. De las 38 plazas que ofertará, 20 se cubrirán con usuarios que ya viven en la residencia de válidos del centro Manuel Artero y el resto se intentarán adjudicar a personas que se encuentran en lista de espera.

Mientras, en la planta baja se distribuyen los servicios comunes que emplearán los 150 usuarios del centro de Huesca: peluquería, comedor, cocina, lavandería, piscina terapéutica, terraza...

De la beneficencia a los derechos

Marcelino Iglesias, en su cuarta inauguración de un edificio de Atades, alabó el trabajo de la entidad social y destacó especialmente la "generosidad" de Ramón Torrente, presidente de Atades desde 1965 y fallecido en octubre de 2008, y de Manuel Artero, que en su día donó una finca de 90.000 metros cuadrados para poner en marcha el centro que lleva su nombre. Además, subrayó que esta residencia es una prueba más "del gran salto que ha dado la sociedad española, pasar de la beneficencia a garantizar los derechos y la igualdad de las personas que nacen con un handicap". "El reto ahora es mantener esas políticas sociales cuando la economía se ha parado en todo el mundo", añadió.

Por su parte, Lorenzo Torrente, actual presidente de Atades Huesca, explicó que esta residencia viene a dar respuesta a la pregunta que se hacían muchas familias: "¿Qué va a ser de nuestro hijo cuando nosotros faltemos?". El objetivo de este nuevo centro social es "crear un hogar para ellos y darles la mayor calidad de vida posible", recalcó.

Torrente también recordó el largo proceso de construcción de esta residencia. En 1978, Atades donó al Ministerio de Educación los terrenos para poner en marcha un centro de educación especial. Se levantó la estructura del edificio, pero quedó parada durante 20 años hasta que en 1998, logró la reversión y lo remodeló con una inversión cercana a los 2 millones de euros aportados por la propia ONG, el Gobierno de Aragón, Ibercaja, la CAI, La Caixa o la Fundación ONCE.

El centro no se ha podido poner en funcionamiento aún por el retraso en concertar las 38 plazas. A este respecto, la consejera de Servicios Sociales, Ana Fernández, aclaró que esta demora se debía al cambio en el modelo de gestión, que ha transformado los antiguos conciertos en contratos lo que, a su juicio, "dará mayor estabilidad a las entidades". Aseguró que estas nuevas plazas de Atades están ya adjudicadas provisionalmente y que espera que a lo largo de este trimestre "podamos ir dando entrada a la gente según sus necesidades". Por último, recordó que el Gobierno de Aragón ya tiene concertadas otras 116 plazas del centro de Manuel Artero y que en estos años ha aportado 1,1 millones de euros para las obras.

Gracias por partida doble

En respuesta a este compromiso económico, Lorenzo Torrente manifestó que "en tiempos de crisis agradecemos por partida doble la colaboración del Gobierno de Aragón, porque siempre tiene presente a estas personas que en la línea de salida de la vida van un poco por detrás de los demás".