"Aquí, rara es la semana que no viene un cliente diciendo que se la han robado; es una locura"

Las bicicletas de segunda mano se ha convertido en un goloso botín para los ladrones que, al parecer, las revenden en mercados de grandes ciudades donde el uso de este medio de transporte está muy generalizado.

La ciudad de Huesca parece que no se ha librado de esta nueva 'afición' de los cacos, tal y como aseguran los propietarios de las tiendas de bicicletas de Huesca. Es el caso de Miguel Ramón Cored, de Ciclos Cored, que no duda en asegurar que los robos se han disparado "y son una locura". De hecho, afirma que "rara es la semana que no viene un cliente diciendo que se le han robado".

Hace solo dos meses, la Policía Local se topó por casualidad en un control de alcoholemia y documentación con una furgoneta que iba cargada con bicicletas robadas en Huesca.

Miguel Ramón Cored no acierta a comprender el interés de los delincuentes por las bicis, incluso desde antes de que estallara la crisis. "Debe de haber algún mercado en las grandes ciudades donde las bicis tienen salida y por eso hay gente que se dedica a ganar dinero robándolas y revendiéndolas luego allí", estima. El responsable de Ciclos Cored señala que, por lo que le dicen sus clientes, estas sustracciones no solo se producen en la calle, sino también en los propios garajes y trasteros.

En este mismo sentido, Lorenzo Alonso, de Ciclos Alonso, no duda en asegurar que "hay mucho robo de bicicletas". "No sé qué salida pueden tener, pero seguro que habrá mercado en las grandes ciudades". Los casos más habituales, apunta, son bicis que se dejan atadas en la calle a una farola o a un árbol, "de esas roban muchas".

Por ello, desde la Policía Local insisten en recomendar a los usuarios de bicicletas que tomen precauciones. "Si se dejan en la calle varios días con un simple candado, llaman mucho la atención y son fáciles de robar. Por eso es aconsejable tenerlas guardadas en un trastero o en la propia casa".