ACCIDENTE DE CAZA EN HUESCA

Un cazador de 58 años muere a causa del disparo fortuito de su hija en Agüero

El accidente se produjo entre Santa Eulalia y Fonz de Calderas al intentar guardar el arma después de haber participado en una batida en la zona junto a otros veinticinco cazadores.

Un cazador de 58 años y vecino de Zaragoza falleció ayer por el disparo accidental de una escopeta que portaba su hija tras haber participado en una batida de caza en el monte de Agüero.


La Subdelegación de Gobierno en Huesca informó que los agentes de la Guardia Civil investigan ahora las causas por las que se produjo el trágico suceso, aunque, según señalaron fuentes cercanas al caso, todo parece indicar que se trata de un fatal accidente.


Eran cerca de las dos del mediodía cuando se produjo el suceso en la pardina de Mediavilla, situada entre Santa Eulalia y Fonz de Calderas. El cazador, Félix Q. M., y su hija, de unos 30 años, estaban solos en un puesto de tiro. El hombre le dijo a su acompañante que guardara el arma mientras él iba a beber. Según fuentes de la investigación, cuando la chica cogió la escopeta esta se disparó, causándole la muerte a su padre.


La mujer avisó al resto de compañeros y estos, unos veinticinco, alertaron al servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón. Enseguida llegó el helicóptero del 112, pero el médico de la unidad helitransportada tan solo pudo certificar la muerte del hombre. También el helicóptero de la Guardia Civil acudió al lugar de los hechos, pero ambos tuvieron que volver a sus bases en torno a las 17.30 porque comenzaba a oscurecer. Además, los agentes que investigan el caso requisaron el arma larga y rallada. Asimismo tomaron declaración a la mujer y a los cazadores que participaban en la batida.


El juez de guardia de Jaca, ya que la población pertenece al partido judicial de la Jacetania, llegó al lugar del suceso, accesible tan solo con todoterreno sobre las seis, hora en la que se llevó a cabo el levantamiento del cadáver. El cuerpo sin vida del hombre fue trasladado hasta el Hospital Comarcal de Jaca, donde estaba previsto que se le realizara la autopsia.


La noticia del trágico accidente causó un gran impacto en la pequeña localidad de Agüero, donde el cazador era muy conocido. Y es que según explicó el alcalde del pueblo, Antonio Castillo, a pesar de que el hombre vivía en Zaragoza era un asiduo de las cacerías que se programaban en la zona. "El pueblo está conmocionado. Hace mucho tiempo, igual veinte años, que venía a cazar aquí", relató Castillo.

Otros accidentes de caza


No es el primer accidente mortal de caza que se registra en la provincia. Hace dos años, en Nochebuena, un catalán de 54 años falleció en El Grado al recibir el disparo fortuito de un rifle cuando participaba en una partida. También en 2006, en mayo, murió un cazador electrocutado y otro resultó grave en Belver, debido a un contacto accidental con un tendido de alta tensión al intentar coger un conejo que se ocultó en un tubo de hierro.


El año anterior, nada más comenzar la temporada de caza, dos jóvenes murieron cuando practicaban caza furtiva de madrugada en una zona de huertas de Linás de Marcuello. Uno de ellos mató por accidente a un amigo y, tras avisar de lo sucedido, se suicidó.


En 2004, el más trágico de la última década, murieron tres personas. En Nochevieja falleció en Campo el médico del pueblo al alcanzarle un disparo en una batida. Unos días antes, el 8 de diciembre, un cazador de Alcalá murió por el impacto de un proyectil en el cuello cerca de La Sotonera (Montmesa). El primer accidente mortal tuvo lugar el 6 de enero en Guara, donde falleció un hombre de Barbastro al disparársele el arma.


En 2002, fallecieron otros dos cazadores en Laspuña y Graus y, en marzo de 2001, una niña de tres años murió en Jasa como consecuencia del disparo fortuito de un rifle de caza que estaba limpiando un vecino en el pueblo.