Un muerto y un herido es el balance del trágico accidente de tráfico ocurrido el martes en la autovía A-23 a la altura de Gurrea de Gállego. Ambos eran trabajadores de una empresa contratada por Fomento para el mantenimiento de la calzada, labores que llevaban a cabo en el momento del suceso. El fallecido es un vecino de Quicena, de 46 años. Su compañero, de la misma edad, vive en Almudévar.

El siniestro se produjo hacia las 14.20 a la altura del kilómetro 300,8 cuando, por causas que se desconocen, un camión que circulaba en dirección Huesca se fue hacia el arcén y arrolló a una furgoneta que estaba aparcada. Al parecer, en el interior del vehículo ligero se encontraba uno de los dos trabajadores de la empresa de conservación de carreteras mientras que el otro estaba fuera. En ese momento realizaban tareas habituales de limpieza de la calzada.

El vehículo articulado se llevó por delante la furgoneta y, a la vez, al trabajador que estaba cerca de ella, quien murió en el acto. Su cuerpo fue trasladado al depósito provincial de Huesca. El operario que se hallaba en el interior de la misma resultó herido y fue evacuado hasta el hospital San Jorge de la capital oscense. Fuentes del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón informaron de que había quedado ingresado en observación con pronóstico «menos grave».

La Guardia Civil de Tráfico investiga las circunstancias en las que se produjo el suceso. Las pruebas de alcoholemia y drogas efectuadas la conductor del camión tras el accidente dieron en principio resultado negativo. En la calzada era visibles las huellas de frenada de los neumáticos del vehículo articulado, que embistió a la furgoneta, a la que empujó contra el guardarraíl y sacó fuera de la carretera. Quedó volcada a unos metros.

Como consecuencia del impacto también resultó dañada la parte delantera del camión, que quedó parado en el arcén invadiendo parte del carril derecho de la autovía. Por ello, fue necesario cortarlo a la circulación y dar paso por el lado izquierdo de la calzada hasta que el vehículo articulado pudo retirarse. Hasta el lugar del accidente acudieron efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, Bomberos del parque de Huesca y emergencias sanitarias, indicaron fuentes de la Benemérita. También se desplazó hasta allí personal de la Unidad de Carreteras del Estado en Huesca, según informaron desde la Subdelegación del Gobierno en la provincia.

La muerte del vecino de Quicena ha causado un honda consternación en esta localidad, muy cercana a la capital oscense. Entre las personas más afectadas por lo sucedido estaba el alcalde de la población, Javier Belenguer, amigo y vecino del fallecido y quien ni siquiera pudo comentar lo que había ocurrido. La noticia se difundió pronto, sobre todo entre quienes viven en la urbanización, un conjunto residencial de reciente construcción.

Aquí residía el trabajador junto a su familia, su mujer y dos hijas de doce y siete años. Según comentaron algunos vecinos, era habitual verle por la zona paseando en bicicleta junto a las niñas, con las que solía subir hasta el castillo de Montearagón. Todos sabían que trabajaba en obras públicas porque a veces lo veían conduciendo la furgoneta de la empresa.

Según dijeron, llegó a Quicena en 2006, al mismo tiempo que muchas otras familias que vivían en Huesca y decidieron mudarse a esta población. El fallecido era muy conocido entre los vecinos de la urbanización, donde hace años eran frecuentes las reuniones y barbacoas.

Al parecer, el trabajador herido reside en Almudévar también en una zona de nuevas viviendas.