Cinco pavos reales, nuevos inquilinos de la granja escuela de Atades en Martillué

Los usuarios de la granja escuela que Atades posee en Martillué recibieron este jueves con entusiasmo la llegada de nuevos habitantes a sus instalaciones, que se integran en el centro vacacional del que dispone la entidad en esta localidad, ubicada entre Jaca y Sabiñánigo. Cinco pavos reales de colorido plumaje se unieron al resto de animales, que ya conforman la fauna del centro, que cuenta con burros, perdices, gallinas, patos, conejos y hasta una jabalina.

Las aves han sido donadas a la entidad por el Ayuntamiento de Huesca, en la voluntad del consistorio de desalojar el núcleo zoológico del parque Miguel Servet de la capital oscense. El desmantelamiento de este espacio, inaugurado en 2010, era una de las propuestas que defendía el actual equipo de gobierno tras su llegada al poder, y desde hace unos meses ya solo permanecían en él los pavos reales, después de que fueran devueltas las gallinas y las águilas Harris que en él convivían. De hecho, en sus momentos de funcionamiento, la instalación recibía muchas quejas de los vecinos por los ruidos y los malos olores de las aves.

Ahora, se planea la instalación de un Centro de Interpretación Ambiental dirigido a la protección animal en el mismo punto, aprovechando la nave, pero en la que, apuntan desde el Ayuntamiento, no habrá animales enjaulados. Además del ayuntamiento oscense, el Gobierno de Aragón también ha colaborado en la entrega de los cinco pavos reales, ya que se ha encargado del transporte para que la donación pudiera llevarse a cabo.

Desde el centro de Atades se muestran “muy agradecidos” a todas las administraciones que han apoyado la llegada de estas vistosas aves, “ya que tener una granja escuela con el máximo número de especies posibles es fundamental, pues aporta un mayor atractivo de cara a los visitantes”, explican.

Estas dos hembras y tres machos completan la población animal de las instalaciones, que reciben cada año la visita de cientos de escolares y que se convierten en lugar de estancia vacacional de personas con discapacidad, siendo también centro ocupacional y residencial.

La zona de la granja escuela, que se puso en funcionamiento en el verano de 2011, aglutina gran parte de las actividades formativas y de ocio que oferta el centro, dedicadas además de al cuidado y la terapia con los animales, al mantenimiento de un huerto ecológico, con talleres ligados a las especies vegetales que en él se cultivan, junto a otras acciones al aire libre.

Con la llegada de la primavera, la Granja Escuela de Martillué pone a disposición de los colegios de la zona su oferta de actividades, que se imparten de la mano de los usuarios de la brigada ocupacional que se encarga del mantenimiento, los denominados 'Granjeros de Martillué'.

Dispone de dos programas, uno en jornada matutina y otro durante todo el día, en los que la visita a los animales y las instalaciones de la granja se completan con la realización de talleres didácticos. En ellos, los jóvenes visitantes realizan sus propias chapas e imanes, o realizan una bolsita aromática con la lavanda que se cultivan en el huerto. También hay talleres de jabones e incluso de cacao labial con esencias naturales. En ellos, además de la parte de contacto con la naturaleza, destaca el proceso de normalización que se vive entre los escolares y los usuarios del centro, como apuntan con orgullo desde Atades.

Además, el centro también presenta la opción de dar estancia a familias en las que algunos de sus miembros cuente con alguna discapacidad y quieran compartir un ocio familiar dentro del tiempo de vacacionales, sea en la época del año que sea. Atades brinda a través de estas instalaciones la opción de disfrutar del entorno y los increíbles paisajes naturales con los que cuenta, y elegir entre diferentes propuestas de ocio que desarrollar en él.