Aragón

El único tramo en obras de la autovía a Lérida se paraliza a dos meses de su conclusión

reducción del gasto público

Fomento bloquea también hasta 2012 los 6,8 kilómetros entre Binéfar y el límite provincial.Los 4,5 kilómetros afectados por una sima en Ponzano, pendientes de un modificado.

El único tramo en obras de la autovía a Lérida se paraliza a dos meses de su conclusión
CONCHA SILVáN

El único tramo que seguía en obras en la autovía Huesca-Lérida (A-22) se ha paralizado finalmente por decisión del Ministerio de Fomento, al que ni siquiera le ha importado que tan solo quedaran dos meses para poner en servicio los 6,8 kilómetros que separan la variante de Binéfar del límite provincial con Lérida. Y como en el resto de proyectos, ha comunicado a las contratistas que no acepta más facturas este año y que en los Presupuestos de 2011 solo incluirá una partida simbólica que impedirá retomar las obras hasta 2012, según apuntaron ayer fuentes ministeriales.

De poco han servido las duras críticas políticas y la oposición empresarial, ya que el Ministerio ha paralizado por la vía de los hechos todos los tajos abiertos en la A-22, que afectan a los 34 kilómetros que suman los tres tramos comprendidos entre las variantes de Binéfar y Almacellas.

Si hasta ahora la autovía de Huesca a Pamplona era la más damnificada, la palma se la lleva ahora la que unirá la capital oscense con Lérida: todas sus obras se han paralizado y el subtramo de 4,5 kilómetros entre el río Alcanadre y Ponzano también está bloqueado a la espera de un modificado de obra para garantizar su seguridad tras la aparición de una sima. Y para colmo, el único sector de la A-22 al que ni siquiera han llegado las máquinas, los 13,2 kilómetros entre Huesca y Siétamo, siguen en fase de proyecto a estas alturas.

Las máquinas del único tramo en obras ya se pararon el pasado viernes, pese a que entre Binéfar y el límite provincial falta únicamente asfaltar, pintar e instalar señales y colocar los pretiles de seguridad. De hecho, la programación oficial fijaba su puesta en servicio para el mes de octubre.

Otros cien obreros afectados

La medida afecta a un centenar de operarios, de los cuales solo unos pocos trabajaban esta semana en rematar algunas actuaciones menores. De esta forma, ya son más de 2.000 los trabajadores afectados por las rescisiones de contratos y paralizaciones de obra en todo Aragón, lo que ha puesto en jaque a muchas empresas subcontratistas que incluso habían hecho importantes inversiones en material al disponer de contratos de obra pública asegurados.

Solo los tres tramos paralizados en la autovía Huesca-Lérida suman una inversión de 100,9 millones de euros, aunque la mayor parte está ejecutada. Al último tramo paralizado solo le quedaban dos meses de obra y a los otros dos paralizados, cerca de un año. Pese a que el ahorro económico para Fomento es mínimo, se han bloqueado los tres.

Las citadas fuentes ministeriales explicaron a este diario que a las contratistas se les ha puesto en la misma disyuntiva que al resto: acabar las obras por su cuenta y riesgo y aceptar la "reprogramación de los pagos" en varias anualidades o adaptar el "ritmo de obras al nuevo ritmo presupuestario de Fomento", que implica demorar varios años su finalización. Al igual que el resto de empresas afectadas, se han paralizado los trabajos a la espera de resolver las alegaciones.

La contrata del tramo Binéfar-límite provincial fue la última en ser convocada por Fomento para anunciarle la suerte de su obra, la semana pasada, tras publicar este diario el bloqueo de los otros dos tramos de la A-22 e inaugurar el secretario de Estado de Infraestructuras, el oscense Víctor Morlán, los 17 kilómetros de la autovía entre Siétamo y el río Alcanadre.

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