Aragón

El tijeretazo en las subvenciones públicas y privadas ahoga a los colectivos sociales

ESCASEZ DE RECURSOS

Las pocas ayudas que les llegan implican recortes de entre un 20% y un 40%. Algunas han tenido que suspender servicios o pedir préstamos personales.

El tijeretazo en las subvenciones públicas y privadas ahoga a los colectivos sociales
OLIVER DUCH

Con recortes y demoras. Muchos colectivos sociales se encuentran con el agua al cuello por el tijeretazo en las subvenciones (de hasta el 40%), y el retraso que acumulan otras ayudas del Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón (las de Salud todavía no se han resuelto). Algunos han tenido que cancelar actividades o algunos servicios debido a la difícil situación económica en la que se encuentran.


Hace unos días fue la Asociación Aragonesa de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Araela) la que llamó la atención sobre su situación (ha tenido que cerrar su servicio de fisioterapia), pero no es la única que está pasando más de un aprieto. La presidenta de Asem, Asociación Aragonesa de Enfermedades Neuromusculares, Cristina Fuster, reconoce que tras un recorte de entre un 20% y un 30% en las ayudas que han recibido (también dependen de algunas privadas) han tenido que reducir algunos servicios, como las atenciones con psicóloga y terapeuta y el fisioterapeuta (solo han podido mantener la atención destinada a los niños).


Juan Ramón Barrios, de Omsida, recuerda que cada vez son más los usuarios que se atienden cada año y por contra, «los recursos escasean cada vez más». Por ahora, la única subvención que tiene confirmada, del departamento de Servicios Sociales, ha implicado una reducción de más de un 40% respecto a 2009. Y teme que las ayudas del Salud no se materialicen hasta septiembre u octubre, ya que todavía ni siquiera ha habido una resolución. Explica que, para mantener los mismos servicios, tendrán que recurrir a líneas de crédito que gravarán todavía más a las entidades.


También en Azajer (Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación) han tenido que recurrir a préstamos personales para poder sobrevivir. «Estamos entrampados. Además de sufrir recortes, otros años las ayudas se daban antes. Para las de Servicios Sociales del Ayuntamiento ni siquiera hay aún convocatoria», destaca Esther Aguado, de Azajer. «No sabemos qué va a pasar», añade.


Ante la difícil situación a la que tienen que hacer frente, Asanar (asociación de anticoagulados) también ha decidido tomar decisiones que le supongan al menos un pequeño ahorro. Ha reducido las horas de la trabajadora social a la espera de conseguir recursos extra. De hecho, la entidad confía en poder conseguir un respiro si Asanar logra ganar un premio mundial con su proyecto 'Contigo contra el ictus'. Los ganadores se elegirán por votación popular en la página web www.alcorazondelictus.com. «Sería una inyección en estos momentos...», apunta el presidente de Asanar, Antonio Aísa.


La Asociación de Familiares de Enfermos con Trastornos de la Conducta Alimentaria también ha notado el tijeretazo año a año, aunque este ejercicio la situación, si cabe, es aún un poco más complicada porque algunas subvenciones se están retrasando. «Hemos tenido que adelantar las cuotas de los socios, y ya no podemos hacer tantos talleres ni actividades», afirma Carmen Galindo, de la entidad.


Otros colectivos, como el Consejo de la Juventud de Zaragoza, han realizado paros para exigir al Ayuntamiento que les pague lo que les debe. Ayer, sus trabajadores acusaron a los responsables municipales de «mentir» e insistieron en que el Consistorio les adeuda 190.000 euros, pese a que este asegura que el pago «está desbloqueado desde hace dos semanas».

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