LADRONES DE COBRE

El robo de 58 metros de cable del AVE inutiliza sus señales y retrasa 13 trenes

La sustracción, a las afueras de Zaragoza, obligó a dar las órdenes por radio a los maquinistas en el acceso a la ciudad durante cinco horas.ADIF denunció 91 sabotajes en Aragón en 2010, de los que 35 afectaron a la alta velocidad y obligaron a reponer 23 kilómetros de conducciones.

Cientos de pasajeros se vieron afectados por los retrasos, que aparecían ayer reflejados en las pantallas de la estación de Delicias.
El robo de 58 metros de cable del AVE inutiliza sus señales y retrasa 13 trenes
ESTHER CASAS

El robo de 58 metros de cable de cobre y aluminio de la línea del AVE, al este de la plataforma logística de Zaragoza, dejó ayer fuera de juego el sistema de señalización en el tramo de acceso a la capital durante cinco horas, lo que provocó que 13 trenes sufrieran retrasos al tener que circular por órdenes facilitadas por radio. Las demoras rondaron, de media, los quince minutos y los cientos de viajeros afectados no tendrán derecho a devolución del billete por ser una causa ajena a la compañía.


La incidencia se registró de madrugada y afectó a los doce trenes de alta velocidad de la línea Madrid-Barcelona y a la lanzadera Zaragoza-Calatayud que circularon entre las seis y las once de la mañana. El 'apagón' no se pudo evitar porque los ladrones arrancaron el cableado que suministra la información a los semáforos y balizas, que por seguridad se ponen en rojo ante cualquier anomalía para evitar accidentes en el cantón afectado (tramo). A partir de ese momento, y hasta que los técnicos repusieron los cables, los maquinistas requirieron autorización para rebasar las señales en rojo en los diez kilómetros situados entre la bifurcación Moncasi y la estación de Delicias. A partir de ese punto, en el punto kilométrico 294-295, se separa el tramo de acceso de la ciudad del by-pass de Zaragoza, la circunvalación del AVE y de los trenes de mercancías por el sur de la ciudad.


Varios maquinistas consultados indicaron que sin señalización también se ven obligados a reducir la velocidad con antelación al tramo afectado. «Cuando se circula en esas circunstancias, la velocidad se reduce a 100 km/h, por lo que es lógico perder en total unos quince minutos», señalaron estos profesionales.


Este es el enésimo robo que se registra en la línea de alta velocidad, que ha sufrido como pocas el pillaje de una materia prima que ha duplicado su precio como consecuencia de la ingente demanda de China y la India. Fuentes oficiales de Renfe indicaron que las incidencias son, en casi todos los casos, similares al afectar siempre al cableado de la señalización o instalaciones auxiliares, lo que provocan retrasos a los convoyes de entre 10 y 15 minutos.


Solo en Aragón, el ente público Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) denunció el año pasado hasta 91 robos de cable cometidos en el AVE y en el resto de líneas convencionales. «Las incidencias aún son mayores en Madrid y en Cataluña, donde también hay obras y se han llevado hasta bobinas enteras de las contratistas», explicaron.


Las mayores afecciones se centraron en el AVE, ya que en los 35 robos cometidos se llegó a sumar 23 kilómetros de distintos tipos de cableado con un coste considerable. También se cometieron tres sabotajes en la vía de velocidad alta Zaragoza-Huesca. Los ladrones no hacen ningún tipo de ascos, ya que en Teruel incluso se denunció la 'desaparición' de raíles acopiados para la renovación de la línea Zaragoza-Valencia.


Los 58 metros de cable sustraídos en la madrugada de ayer correspondía a la señalización, que se encuentra alojado en una arqueta de cemento a lo largo de la línea, en el lado exterior de las dos vías. Como en anteriores ocasiones, los autores rompieron el vallado perimetral que protege la infraestructura, levantaron las tapas de cemento y arrancaron las mangueras, concretamente 21 metros de cable de cobre y otros 37 metros de aluminio, según detallaron fuentes oficiales del ADIF.


Pese al refuerzo de la seguridad, son escasos los ladrones a los que se sorprende en pleno sabotaje. Así pasó hace un año en la línea a la altura de Mejorada del Campo (Madrid), pero la dificultad de supervisar todo el trazado, que suma cientos de kilómetros hasta la frontera francesa cruzando zonas inhóspitas, hace que se actúe con relativa libertad. Además, el hecho de que haya caminos de servicios en paralelo al trazado del AVE facilita la intrusión.


Grupos amplios y organizados


Desde la Delegación del Gobierno en Aragón se incidió en que este tipo de sabotajes suelen ser cometidos por grupos organizados, normalmente de nacionalidad española, rumana y búlgara, que tienen un cierto conocimiento y se distribuyen las funciones. Unos controlan los movimientos de los vigilantes de tramos, por ejemplo, del AVE y avisan a sus cómplices cuando la zona se queda libre. Otros acuden y arrancan la línea, la trocean y la apilan y otros la cargan en furgonetas.


En el robo cometido ayer en Zaragoza se aprovechó el momento en el que no hay tráfico ferroviario y baja la supervisión, ya que en la banda horaria de la noche tan solo pasa el tren doctor que diagnostica el estado del eje ferroviario. En puntos muy localizados trabaja el personal de mantenimiento.


Los daños son cuantiosos. En la línea Madrid-Barcelona se llegaron a robar el año pasado más de 181 kilómetros de cableado auxiliar de cobre de las arquetas, necesarios para el sistema de señalización y el sistema de telefonía. «Con la catenaria no se atreven, ya que el hilo soporta 25.000 voltios de tensión eléctrica», apuntaron fuentes ferroviarias.


La oleada se ha recrudecido en los dos últimos años, aunque se empezó a detectar una mayor incidencia a partir de 2006 que llevó incluso a crear un plan policial específico por parte de la Secretaría de Estado de Seguridad. En este tiempo se ha detenido a decenas de ladrones y se han desmantelado bandas organizadas, pero no se ha logrado frenar los sabotajes. Solo en las líneas ferroviarias de Aragón, se cometen casi dos robos por semana de media.