CUMBRE SOCIALISTA

El PSOE cierra filas con Zapatero en Zaragoza

Blanco defiende sin titubeos al presidente del Gobierno y afirma: «Nunca conocí a un socialista mejor».

De izquierda a derecha, Gaspar Zarrías, José Blanco, Manuel Chaves y Eva Almunia, ayer, en la convención autonómica de Zaragoza.
El PSOE cierra filas con Zapatero en Zaragoza
ESTHER CASAS

Por «obligación moral y política de defender a quien más nos defiende», por «ser el mejor socialista» de la historia y como respuesta a «tanto ataque y descalificación», cierre de filas con el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Este es el mensaje que lanzó ayer el vicesecretario general, José Blanco, a todos los asistentes a la convención autonómica socialista que se celebra este fin de semana en Zaragoza y que, como se temía, ha quedado eclipsada por el debate sucesorio de Zapatero.


Para zanjar el asunto, tanto Blanco como el presidente del partido, Manuel Chaves, no dudaron en enviar consignas de defensa cerrada a su líder, aunque en algunos casos llegó a sonar a epitafio u homenaje a alguien que ha anunciado su despedida. Ambos preparaban el camino al presidente del Gobierno que hoy aterriza en la capital aragonesa para clausurar el cónclave, con la incógnita sin despejar sobre su futuro y la expectación de cuál será su respuesta ante tantos halagos.


«Frente a tanto ataque y descalificación tengo que decir que me siento orgulloso de José Luis, de sus valores, de su coraje; no conocí nunca, nunca, a un socialista mejor, que haya hecho tanto por la modernización de España, nunca nadie que haya hecho tanto por la igualdad, por la protección social, por el reconocimiento de derechos», sorprendió Blanco en su discurso, a la vez que arrancaba los aplausos del auditorio.


Junto a otros cinco ministros y los candidatos autonómicos participó en la cena de los barones socialistas, a la que finalmente no acudió el vicepresidente del Gobierno y candidato a la sucesión, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en la que trataron de obviar el debate de la sucesión que ayer protagonizó buena parte de los corrillos en la Sala Multiusos. Algunos asistentes se manifestaron públicamente, como el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que reconoció que Zapatero «tiene derecho a anunciar cuando quiera si repetirá en 2012». Aunque mantuvo que sería bueno que lo hiciera cuanto antes.


En un tono menos almibarado que Blanco, Manuel Chaves también defendió «la grandeza del liderazgo de Zapatero» en estos momentos. De él destacó su coraje, su convicción y «su visión estratégica para avanzar». En este sentido, defendió la necesidad de las reformas impulsadas por el Gobierno, que definió como «las mejores bazas del PSOE». No obstante, admitió que estas medidas tienen en algunos casos «problemas» para ser comprendidas incluso por la base electoral del PSOE. Por eso, instó a apoyar al gobierno, a asumir en su integridad toda su política y a explicar «sin ningún complejo» las iniciativas a la ciudadanía. «Lo que estamos haciendo es lo que hay que hacer», reafirmó Chaves, porque -a su juicio- «es la política que necesita España, no la que impone nadie». Y aprovechó para censurar que el PP trate de sacar «rédito de la crisis, sin mover un músculo, sin aportar nada».


Desde el respiro que ha dado a los socialistas el pacto alcanzado con los sindicatos y la patronal sobre la reforma de las pensiones y en términos casi bélicos, Chaves señaló esta convención como «una oportunidad para rearmarnos políticamente, para salir a la calle, para explicar nuestras políticas y pedir su confianza a los ciudadanos».

 

«Nada está ganado ni perdido»

También Blanco trató de insuflar ánimos apelando a los 130 años de historia del partido y a las adversidades superadas en ese tiempo y aseguró que, mientras el PP «celebra las encuestas, el PSOE celebrará las elecciones». Admitió la preocupación que existe por el coste electoral que puede acarrear la crisis, pero aseguró que el coste «sería mayor» de no haberse actuado con responsabilidad e impulsando reformas. «Nada está ganado pero nada está perdido el 22 de mayo», aseguró Blanco, que recalcó que «para merecer el voto, primero está España y luego el PSOE».