Aragón

El 6% de los sacerdotes de Aragón son extranjeros

Religión

La mayoría procede de países de Hispanoamérica, pero también los hay que han llegado desde Polonia.

Los obispos defienden el derecho a mostrar los símbolos religiosos en público
EFE

El 6% de los sacerdotes que se reparten las distintas parroquias eclesiásticas de la Comunidad aragonesa son extranjeros, en su mayor parte procedentes de países hispanoamericanos pero también de Polonia.


Así, polacos y colombianos están al frente de numerosas parroquias pertenecientes a la diócesis de Zaragoza, donde en total son cerca de 40 extranjeros los que se responsabilizan de estas labores.


A nivel nacional, son unos 500 sacerdotes extranjeros, la mayoría hispanoamericanos, quienes ejercen su labor pastoral en España ya sea al frente de una parroquia o encargados de capellanías que atienden a grupos específicos de fieles.


Por contra, entorno a 900 sacerdotes españoles han dejado España para trabajar en otros países, una tercera parte de ellos en países latinoamericanos y bajo los auspicios de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana (OCSHA).


"No se trata de que aquí falten párrocos, que faltan; ni de que allí necesiten apoyo, que lo necesitan; la Iglesia es universal y funciona como un todo unitario de apoyo y colaboración", subraya el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, Anastasio Gil.Déficit de sacerdotes

Así, según datos oficiales de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en España hay 18.633 sacerdotes para atender a 22.686 parroquias, lo que deja a 4.053 de ellas sin cura propio.


En los últimos cinco años, tras la llegada masiva de la inmigración, ha aumentado espectacularmente el número de sacerdotes extranjeros que llegan a España, donde son acogidos con los brazos abiertos por las diócesis.


Así, en Canarias hay una decena de sacerdotes católicos llegados de otros países como Guinea Ecuatorial, Polonia, Colombia e incluso Corea.


"En algunas diócesis, el clero sudamericano llega ya al 20%", confirma Gil, encargado, junto con el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, José Luis Pinilla, de la acogida de los extranjeros y el envío de los que se van.


Los sacerdotes extranjeros que llegan a servir en España no se consideran "misioneros".


En su mayoría llegan enviados por su diócesis de origen, cuando un obispo considera que muchos compatriotas están emigrando y necesitarán apoyo y acompañamiento de un párroco de su país de origen.


Otros muchos llegan "por libre, fruto de un deseo personal; por no encontrarse cómodos allá o porque sus familias se vinieron a España", explica Gil, quien precisa que éstos llegan sin el apoyo de su diócesis de origen y se ofrecen a un obispo español, que por lo general les acoge sin problemas,


Todos ellos reciben unas "sesiones o cursos de adaptación" para conocer las características especiales de los fieles españoles y los usos y costumbres de los sacerdotes de aquí. El factor tiempo

"Hay que explicarles que si llegan y dan una misa de hora y media, el domingo siguiente no va nadie; nos vacían las iglesias", comenta Gil.


Finalmente, otro grupo numeroso de sacerdotes extranjeros que ejercen en España son aquellos que llegaron a estudiar en los seminarios españoles y al terminar sus estudios optaron por quedarse.


Pero no todos los sacerdotes extranjeros se ponen al frente de parroquias en pueblos remotos; muchos de ellos establecen capillanías o grupos de católicos con unas características especiales y que requieren una atención diferenciada.


Así, en Madrid funcionan siete capellanías por nacionalidades -filipina, polaca, dos rumanas, ucraniana, africana y china- cada una de ellas atendida por un sacerdote "de su mismo país, que habla el idioma, les comprende y les apoya y ayuda con sus problemas de adaptación", explica el responsable de Migraciones de la CEE.


Según Pinilla, en Barcelona se han creado capellanías para atender a filipinos, polacos, chinos, guineanos y latinoamericanos; y en Mallorca, los católicos polacos, rumanos, chinos, alemanes y nigerianos también cuentan con su propia capellanía.


"España es un país cada vez más internacional y eso se nota también en las iglesias", subraya.



Etiquetas