ENTREVISTA

Adolfo Barrena: “Es muy difícil llegar a pactos con el PSOE porque es un partido neoliberal”

Su trabajo en Aragón le ha llevado a entrar en la dirección federal de IU al frente del área de Agua, Transportes, Energía, Vertebración Territorial y Sostenibilidad.

Adolfo Barrena es el coordinador general de IU-Aragón.
Adolfo Barrena: “Es muy difícil llegar a pactos con el PSOE porque es un partido neoliberal”
PEDRO ETURA/HA

La opinión mayoritaria en los medios de comunicación es que IU no ha cerrado sus heridas internas con la última asamblea.

Deberían cerrarse, otra cosa es que haya interés en mantenerlas abiertas. A la asamblea se llegó con una situación de conflicto, dos documentos de estrategia política, otros dos de estatutos y cinco candidaturas. Al final sale un único documento, una sola estrategía política y el compromiso de que la dirección garantice pluralidad, transversalidad, participación con responsabilidades para todos los sectores y proporcionalidad. Esa es la gran novedad: ya no habra parlamentarismo, un gobierno y una oposición interna, todos seremos gobierno y oposición. Y también la hoja de ruta que plasma la voluntad de todos de sumar al proyecto político de IU por encima de las diferencias.


Pero ha trascendido mucho la difcultad para elegir un coordinador que encabece el proyecto.

En la asamblea decidimos entre todos retrasar esa elección al consejo político porque las cinco candidaturas hacían imposible que alguien saliera con el 50% de apoyos. Era ganar tiempo para encontrar una salida más negociada en el movimiento político y social que es IU, que es único en la política española porque no es un eje programático monolítico.


Una dirección colegiada puede dar imagen de lentitud o ineficacia en la toma de decisiones.

Hay cosas en las que estamos tan de acuerdo que no son problema. La diferencia no se plantea en el objetivo último, todos estamos de acuerdo en avanzar hacia la transformación de la sociedad en el socialismo, la discrepancia está en si eso se puede dar mediante un proceso revolucionario o con una transformación social paulatina. En IU todos somos rojos, anticapitalistas e internacionalistas.


Ese debate interno tan intenso es su seña de identidad, pero al ciudadano más bien le sorprende.

Esta sociedad ha perdido muchos de los componentes democráticos: el debate de ideas, la confrontación sana de propuestas. Los grandes partidos han pervertido el sistema democrático por su propio sistema rígido y monolítico. Sus diferencias no son en lo ideológico, sino por luchas personales por ámbitos de poder. En IU también se dan esos aspectos, pero lo que prima es el debate ideológico. IU no tiene un ideario, sino que asume el de todos sus componentes y por eso es más difícil definir la línea política en que todo el mundo esté cómodo. Pero cuando se llega a un acuerdo el compromiso de todos es absoluto. Un ejemplo es el agua. IU-Aragón defendió la posición radical de rechazo a los trasvases, se impuso en el debate y es inamovible.


Usted ha sido uno de los dirigentes del sector llamado “N-II” más implicados en la necesidad de, no sé si refundar o reformar o...

Un día me salieron once palabras con re: reorientar, reorganizar...

¿Y con cuál se queda?

Las claves son renovar y reforzar. Recuperar también; recuperamos lo que siempre ha sido IU: un movimiento político y social.


¿Perder esa esencia les ha causado el grave declive electoral?

Han sido varias cosas. Una es habernos alejado de ese planteamiento y haber primado en exceso el trabajo orgánico e institucional, algo que en Aragón no ha pasado y se ha notado. La alianza con el tejido social y la complicidad con la sociedad crítica organizada no se puede perder.

Algo más tiene que haber para pasar de los 23 diputados de Anguita a dos. O ha cambiado mucho la sociedad o ha sido IU.

Sobre todo ha sido la sociedad.


Entonces, IU no ha sabido o no ha querido adaptarse a ese cambio.

Hemos sido víctimas de dos cosas: no saber resolver internamente como reinterpretar el mensaje de la izquierda en ese cambio social, no reconocer que en lo nuestro, que es la lucha de clases, ha habido cambios que hay que asumir, y la preponderancia del modelo económico, que ha coartado muchísimo la necesidad de organizarse, ha primado por encima de todo el personalismo y la competitividad en todos los niveles y se han debilitado socialmente valores como la solidaridad.


¿En esta renovación de IU ha habido peligro de fragmentación?

No. Ha habido posibilidad de ruptura por parte de sectores minoritarios, pero nunca en los mayoritarios. Hemos logrado que sea una victoria de todos, que nadie quisiera sumar con otros para ganar a un tercero. Pero ahora hay que hacer un gran esfuerzo de gestión para resolver problemas, como el modelo de relación de las federaciones, que son soberanas, con la dirección federal.


No es su caso, pero hay federaciones donde IU está muy identificada con el nacionalismo.

Eso se ha producido por una falta real de dirección federal, porque estaba demasiado preocupada en sumar el 51% para mantener su hegemonía en cada paso.

 

¿Qué más deben resolver?

La relación con el PSOE está muy mal resuelta, y a veces por agentes externos a nosotros. Ahí está el caso de nuestro concejal en Zaragoza, que si vota con unos le dicen que es la muletilla y si vota con otros hace la pinza.


Pero su salida natural parece el pacto con los socialistas.

Eso es muy difícil cuando el PSOE no es ni socialdemocrata. Es neoliberal y a veces incluso neocom. IU es de izquierdas y eso significa defender que no quiten impuestos para que se financien servicios sociales y públicos, y defender que sean más progresivos para que los ricos paguen más.


¿Cómo ve el Gobierno tras el adiós anunciado de Iglesias?

Está sin ideas. La mayoría cómoda lo ha asentado en una línea muy continuista y no plantea alternativas a la situación de crisis.

¿Será usted en 2011 el candidato de IU-Aragón a presidir la DGA?

No lo sé, pero tengo una limitación estatutaria de dos mandatos.


Pueden ser tres.

Solo en casos excepcionales y si lo decide la organización.