Claudia y su perra guía: "Se suele decir que son nuestros ojos, pero llegamos a leernos la mente"

Una retinosis pigmentaria llevó a Claudia Martínez a perder la visión. Desde 2018, esta trabajadora de la ONCE forma con Jazzmen, su perra guía, un tándem único e inseparable.

Claudia Martínez, junto a Jazmeen, su perro guía.
Claudia Martínez, junto a Jazzmen, su perro guía.
H.A.

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, pero en algunos casos, el vínculo que se crea entre ambos supera lo imaginable. Jazzmen aterrizó en la vida de Claudia Martínez en el año 2018 y, desde entonces, forman una pareja única e inseparable. “La gente suele decir que son nuestros ojos, pero son mucho más que eso”, asegura Claudia, presidenta de la Asociación de Usuarios de Perros Guía de Aragón.

Claudia nació con una retinosis pigmentaria que le llevó a perder la visión. En el año 2000, cuando sólo era una niña, se convirtió en afiliada a la ONCE y actualmente, con 33 años, trabaja como vendedora en uno de los quioscos de la Asociación. Todavía recuerda con emoción el día en el que recibió una de las llamadas más importantes de su vida en la que le confirmaron la noticia que tanto tiempo llevaba esperando: “Ya tenemos a tu perro”.

“Cuando te llaman es un momento súper emocionante, diría que indescriptible”, relata Claudia, que como el resto de usuarios de perros guía en España, tuvo que pasar un arduo proceso para que le asignaran uno. “Cuando te planteas tener un perro guía presentas una solicitud, y comienzas un largo proceso en el que tienes que pasar por distintos profesionales como psicólogos, trabajadores sociales o técnicos en rehabilitación, que valoran tu entorno y tus capacidades. Una vez que desde la Fundación te dan el apto, comienza un largo tiempo de unos cuatro años de espera hasta que encuentran el perro adecuado para ti”, detalla.

Una vez emparejada con el perro ideal, llegó uno de los momentos más mágicos, el de la presentación. “Fui a la Escuela de Madrid con muchos nervios, pero cuando la conocí por primera vez fue una sensación indescriptible. En el fondo, voy a compartir toda tu vida con ella. Al principio todo es emoción, pero al instante te das cuenta de que hay que trabajar mucho”, asegura.

Jazzmen es una golden retriever de siete años especialmente cariñosa. Durante el primer año juntas, Claudia y Jazzmen tuvieron que fortalecer mucho el vínculo. “No me conocía de nada y teníamos que darnos un tiempo para poder entendernos. Cada perro tiene costumbres distintas y el trabajo inicial de entendimiento es fundamental. Primero en la escuela, donde te enseñan a caminar con el perro, a darle órdenes y a entender cómo te va a marcar los escalones, los cruces o la dirección”. Pero como asegura Claudia, “lo difícil llega cuando llegas a tu casa”. “Ahí eres tú sola con tu perro y con tu mundo”, añade.

A pesar de que la ONCE siempre ha estado a su lado acompañándola, “desde los primeros campamentos, tanto a nivel educativo como personal”, la llegada de Jazzmen a su vida fue imprescindible. “Con ella he ganado muchísima autonomía y confianza en mí misma. Antes era mucho más retraída y ahora me siento más valiente a la hora de enfrentarme al mundo”.

Foto de familia tras la reunión mantenida en la sede de la ONCE.
Foto de familia tras la reunión mantenida en la sede de la ONCE.
H.A.

Después de 6 años, el entendimiento es “casi automático”. “Yo tengo días malos y la perra también los tiene, y aunque haya veces que no estamos en la misma sintonía, llega un punto en el que nos leemos la mente”. Claudia y Jazzmen conviven juntas las 24 horas del día. “Vamos juntas al trabajo, al gimnasio, al parque… Lo hacemos todo juntas. Paso más tiempo con ella que con mi pareja o mi familia, y cuando no la tengo a mi lado porque me he ido, por ejemplo, a una discoteca, me siento rara. A veces me imagino la vida sin ella, pero no me gusta nada”, asegura.

Pero Jazzmen “no es un GPS”. “Soy yo la que tengo que saber a dónde voy y conocer el camino, aunque es cierto que son muy inteligentes y al segundo día ya se saben el camino. Ella esquiva obstáculos, busca cruces y te salva de vallas o personas. Hay veces que se va hacia la izquierda y no sé por qué es, y en realidad me ha esquivado a una persona que viene de frente”, afirma. “Intentamos que sea un juego, cuando lleva un buen rato le doy premios. Son perros a los que se les ha acostumbrado desde el principio a estar con gente y les encanta. Le encanta ir a sitios diferentes y los findes intento que no guíe mucho, llevarla más tiempo al parque o de excursión, intento que sea un perro normal y que disfrute”.

Reunión con distintos actores sociales de Zaragoza para trasladarles sus inquietudes

Con motivo de la semana del Grupo Social ONCE, miembros de la Asociación se han reunido este jueves con representantes de la hostelería y restauración, movilidad y seguridad de Zaragoza para trasladarles sus inquietudes respecto a la adaptabilidad de los distintos espacios de la ciudad para que los usuarios de perros guía puedan ser lo más autónomos posible.

Entre otras peticiones, resaltan la necesidad de llevar a cabo nuevas campañas de sensibilización que profundicen en la empatía con este colectivo, que cada día se enfrenta a situaciones complicadas. Se pidió una mayor adaptabilidad del transporte público, un trato más cercano por parte de los profesionales de la hostelería, así como un mayor control por parte de las autoridades policiales respecto a las infracciones de la ciudadanía que afectan directamente al colectivo, tales como un uso inapropiado de las aceras o el estacionamiento de vehículos en zona peatonal.

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